Inicio de la Semana Santa | Domingo de Ramos
Con el Domingo de Ramos comenzaremos a vivir la Semana Santa. Iniciamos el período más intenso y significativo de todo el año litúrgico. Es la semana en que celebramos el acontecimiento, siempre actual, de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
La Semana Santa, que culmina con la Pascua, se inaugura con el episodio de la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén.
Las palmas y ramos de olivo que se agitan en la procesión es signo el triunfo de Cristo; que pasará antes por la entrega en la Cruz.
Preparemos nuestro corazón y nuestra vida toda, para recorrer este camino misterioso y santo, donde Jesús confirma todo su amor por cada uno de nosotros, desde su cercanía humana y desde el poder de su divinidad.
¡Jesús que es recibido por el pueblo con cantos de victoria y que será entregado, por el mismo pueblo, al grito de ¡crucifícalo! unos días después, prefigurando nuestras propias contradicciones y las del mundo que se acerca y se aleja una y otra vez del amor de Dios.
Iniciemos esta semana con nuestra vida centrada en el misterio de la Cruz y de la Resurrección, como un todo que anima nuestra fe y nuestra esperanza, expresándose en hechos diarios de fraternidad, solidaridad y entrega.
- Evangelio (En la bendición de los ramos) Lc 19, 28-40
- 1ª Lectura: Is 50, 4-7
- Salmo: Sal 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24- Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
- 2ª Lectura: Flp 2, 6-11
- Lectura de la Pasión-Lc 22, 7. 14—23, 56- Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
LA PALABRA A LO LARGO DE LA SEMANA
Lunes 15: |
Lunes santo. Feria. 1ª Lectura: Is 42,1-7. No gritará, no voceará por las calles. Salmo: Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación. Evangelio: Jn 12,1-11. Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
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Martes 16: |
Martes santo. Feria. 1ª Lectura: Is 49,1-6. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra. Salmo: Sal 70. Mi boca contará tu salvación, Señor. Evangelio: Jn 13,21-33.36-38. Uno de vosotros me va a entregar… No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.
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Miércoles 17: |
Miércoles santo. Feria. 1ª Lectura: Is 50,4-9a. No me escondí el rostro ante ultrajes. Salmo: Sal 68. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor. Evangelio: Mt 26,14-25. El Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!
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Jueves 18: |
Jueves santo. Misa en la cena del Señor. 1ª Lectura: Ex 12,1-8.11-14. Prescripciones sobre la cena pascual. Salmo: Sal 115. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo. 2ª Lectura: 1Cor 11,23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor. Evangelio: Jn 13,1-15. Los amó hasta el extremo.
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Viernes 19: |
Viernes santo. Celebración de la Pasión del Señor. 1ª Lectura: Is 52,13-53,12. Él fue traspasado por nuestras rebeliones. Salmo: Sal 30. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. 2ª Lectura: Heb 4,14-16;5,7-9. Aprendió a obedecer y se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación. Evangelio: Jn 18,1-19,42. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
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Sábado 20: |
Sábado santo. Vigilia Pascual. 1ª Lectura: – Gén 1,1-2,2. Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Salmo: Sal 103. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. o bien: Salmo: Sal 32. La misericordia del Señor llena la tierra. 2ª Lectura: Gén 22,1-18. El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe. Salmo: Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. 3ª – Éx 14,15-15,1. Los israelitas en medio del mar, a pie enjuto. Salmo: Salmo: Éx 15,1-18. Cantaré al Señor, sublime es su victoria. 4ª – Is 54,5-14. Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor. Salmo: Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. 5ª – Is 55,1-11. Venid a mí y viviréis, sellaré con vosotros alianza perpetua. Salmo: Salmo: Is 12,2-6. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. 6ª – Bar 3,9-15.32-4,4. Caminad a la claridad del resplandor del Señor. Salmo: Sal 18. Señor, tú tienes palabras de vida eterna. 7ª – Ez 36,16-28. Derramaré sobre vosotros un agua pura y os daré un corazón nuevo. Salmo: Sal 41. Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. o bien: Salmo: Sal 50. Oh Dios, crea en mí un corazón puro. 2ª Lectura: Rom 6,3-11. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Salmo: Sal 117. Aleluya, aleluya, aleluya. Evangelio: Lc 24,1-12. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
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