Tres días hacia el pesebre-1º día: con el estilo de José
«José, hijo de David, no temas recibir a María, tu
esposa, (Mt 1,20)
« José hizo lo que el Angel del Señor le había
ordenado: llevó a María a su casa” (Mt 1,24)
«En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo»
(Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
Cuidar • Hacerse cargo • Responsabilizarse-Vigilar-Proteger-Defender-salvaguardar-Velar-Escoltar.
¿Estamos dispuestos a cuidar todas las vidas? ¿toda la vida?
“José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la
Papa Francisco, 19 de marzo 2013.
vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación.”
«Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites. En el fondo «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si “todavía no son útiles” —como los no nacidos—, o si “ya no sirven”
Fratelli Tutti 18.
—como los ancianos—. Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos.»