+54 11 4331 6323 secretaria@accioncatolica.org.ar

Enrique un hombre generoso, amable y preocupado por los otros

Enrique nos habla de Enrique

Paciente, amable, dulce

Tengo que ser benevolente, paciente, amable, dulce, no herir… para no desmerecerlo a Jesús, no aplastarlos, elevarlos. Ser un tabernáculo que irradie amor para todos los que se me acerquen. Haz que te ame a ti y a todo lo que amas, es decir al prójimo, viéndolo no con nuestros ojos, sino tratando de ver en él lo que Dios ve. 

Estoy pleno de optimismo, de sana alegría, de satisfacción por mi trabajo

Vivió intensamente lo que le tocó vivir

Debemos crear trabajo… y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la Providencia para repartir entre pobres y necesitados”

El prójimo

Debo amar a Dios y a todo lo que Él ama, viendo al prójimo a través de los ojos de Dios (frágil, redimible, por quien Jesús dio su sangre). 

Cristo ha venido por amor nuestro. Cristo reclama con insistencia nuestro amor. Si Cristo ama tanto a mi prójimo, yo que soy tanto menos que Él, ¿cómo no lo voy a amar? San Juan nos dice: “Si alguno dice que ama a Dios y no ama a su prójimo es un mentiroso.” Pidamos humildemente: Señor, haz que yo comprenda tu Amor, que refleje tu Amor… 

Igual que Jesús en su vida y en la Eucaristía: tratar a cada uno como persona y no como miembro de un grupo. Ser considerado, cortés, aun con quienes me aburren.

Oración

Oh Dios, tu siervo Enrique nos dio un alegre ejemplo de vida cristiana a través de su quehacer cotidiano en la familia, el trabajo, la empresa y la sociedad. Ayúdame a seguir sus pasos con una profunda vida de unión contigo y de apostolado cristiano. Dígnate glorificarlo y concédeme por su intercesión el favor que te pido… Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

(Padrenuestro, Avemaría, Gloria).