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Alegres y agradecidos por estos 90 años de servicio y misión, seguimos testimoniando la esperanza

El lunes 5 de abril celebramos nuestro cumpleaños, compartiendo la Eucaristía en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, en la que agradecimos por estos 90 años de servicio y misión en Argentina y renovamos nuestro compromiso de “vivir y compartir la alegría del Evangelio”. Lo hicimos junto al Consejo Arquidiocesano de Buenos Aires, una de las 14 diócesis fundacionales, que también celebra este aniversario.

La pandemia no nos permitió poder encontrarnos presencialmente con todos, como hubiésemos deseado, pero no impidió estar más unidos que nunca en la oración y a través de las nuevas tecnologías. Así, pudimos sentir la cercanía de tantos dirigentes de la Institución, pastores y asesores, como también de hermanos y hermanas en la fe, y de amigos de organizaciones que nos honran con su fraternidad. A todos, ¡Gracias por acompañarnos!

Agradecemos al cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina; como a nuestros asesores, Mons. Eduardo García y Pbro. Jorge Villafañez; y a los obispos auxiliares porteños, Mons. Enrique Eguía Seguí -asesor de a AC de Buenos Aires- y Mons. Alejandro Giorgi, por presidir y concelebrar la Misa de Acción de Gracias.

También damos gracias por la compañía de nuestra querida Beatriz Buzzetti Thomson y los queridos Emilio Inzaurraga y Alejandro Madero, todos ex del Consejo Nacional.

¡Gracias Señor por el llamado y el testimonio de tantos laicos de Acción Católica corresponsables en la construcción de la Iglesia y la sociedad argentina!

Mensaje de Rafael Corso, presidente de ACA

90 Años de la Acción Católica Argentina

Querido Mons. Mario Poli, Arzobispo de Bs. As. y Cardenal primado de la Argentina.

Querido Eduardo García, Obispo de San Justo y Asesor general de la ACA y del FIAC.

Querido Enrique Eguía Seguí, Obispo auxiliar de Bs. As. y Asesor general de la AC. en Bs. As.

Querido Padre Jorge Villafañe, Vice asesor de la ACA.

Querido Padre Alejandro Russo, Rector de la Iglesia Catedral Metropolitana y Vice asesor de la AC. en Bs.As.

Queridos Obispos y sacerdotes presentes…

Queridos hermanos y hermanas en la fe y en la vocación de la Acción Católica

Que enorme alegría es poder celebrar los 90 años de la ACA. en este tiempo pascual, aún con las limitaciones y el dolor que conllevan la pandemia y las necesarias medidas de restricción, que claramente nos limitan, pero no impiden que con las prevenciones correspondientes hagamos memoria agradecida de aquella pascua de 1931, 5 de abril, en la que los Obispos Argentinos a través de una Carta Pastoral colectiva daban por constituida la ACA. Hoy también celebramos los 90 años de la AC. en Buenos Aires y durante este año serán 14 las diócesis con las que compartiremos el mismo aniversario.

Hoy, nuestra primer manifestación quiere ser una profunda Acción de Gracias por el camino recorrido, porque la experiencia de lo vivido que nos permite identificar a miles y miles de laicos varones y mujeres;… niños, jóvenes y adultos que junto a una multitud de consagrados, religiosas, religiosos, presbíteros y obispos, acompañando desde el servicio como pastores y asesores, han nutrido el testimonio de una iglesia en salida, que a partir de la vida comunitaria en Parroquias y distintos Sectores de la vida social, han llevado la alegría del Evangelio de Jesucristo a la cotidianeidad, animando con los valores del evangélicos todos los quehaceres naturales de nuestra vida. Muchos son los frutos y también numerosos los errores.  Con humildad, es propicio recordar la confesión pública de san Pablo que nos alcanza a todos: “no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Romanos, 7-19)

De la mano con esta confesión nuestra segunda manifestación es un pedido de perdón por el amor no compartido, por el daño del anti-testimonio ejercido en la tentación a la violencia, el fanatismo, y el internismo; debilidades en la vida de las instituciones que consumen energías en el auto sustento y debilitan la fidelidad a la misión.

Nuestra tercera manifestación es de Compromiso con la buena noticia de Jesucristo, que sigue siendo buena noticia deseada y esperada, vivir y compartir la alegría del Evangelio es nuestro sentido, nuestra misión. Una misión hoy enriquecida a la luz del magisterio del Papa Francisco que ha mostrado rumbos claros y concretos para todo el Pueblo de Dios, Iglesia en salida… en la familia, en la comunidad, en el barrio, en los ambientes, en el mundo del trabajo, la educación, la economía, la justicia, la política, la cultura. La Búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo humano integral con todos y para todos, una economía inclusiva y sustentable que responda a los gritos de los pobres y de la naturaleza. Que conduzca a la generación de riqueza con un usufructo más racional de los bienes universales de la creación, garantizando la equidad distributiva y la heredad a las futuras generaciones, para no ceder a la crueldad de la indiferencia, la esclavitud y el descarte.

La luz que arrojan Laudato’Si, Amoris Laititia y Fratelli Tutti, requieren de nosotros el esfuerzo decidido de vivir la sinodalidad eclesial y la amistad social y nos comprometen a un rumbo institucional coherente en todas nuestras iniciativas, desde los aspectos formativos, la espiritualidad, la vida de comunión, hasta los programas  de desarrollo conjuntos con organismos pastorales, organizaciones de la sociedad civil, universidades, mundo empresarial y sindical, espacios de representación y construcción del bien común gubernamentales y no gubernamentales, que canalizamos a través de la vida de nuestros espacios Sectoriales y del Instituto de formación política y social.

La memoria de la vida y de las obras reafirman la esperanza en que hay que morir para vivir, y que no hay amor más grande que dar la vida por los demás. Hoy lo volvemos a celebrar en un nuevo tiempo Pascual y en la alegría compartida de la vida entregada. (CEG.)

Queridos hermanos y hermanas, hagamos memoria de aquellos que nos tomaron de la mano, nos abrazaron con amor, y con sus vidas nos revelaron el rostro del Señor conduciéndonos a una vida nueva en la fe. ¡Gracias a tantas familias, a tantos maestros, delegados, dirigentes, asesores, testigos del amor de Cristo, fuegos capaces de encender otros fuegos!!, fuego que hoy llevamos y queremos transmitir!!

¡Gracias Señor por el llamado y el testimonio de tantos laicos de Acción Católica corresponsables en la construcción de la Iglesia y la sociedad argentina!

María y José, en este año, y en estas condiciones tan particulares que estamos transitando, nos fortalezcan en el mandato histórico de la construcción de un mundo mas justo y fraterno.

Nos acompañe el entusiasmo de tantos que nos precedieron, nuestros santos, beatos y testigos fieles, para vivir la alegría de ser “Todos Hermanos”, abrazando todas las vidas y testimoniando la Esperanza.

¡Alabado sea Jesucristo!

Nuestra celebración en fotos

Reviví la celebración de la Misa de Acción de Gracias