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Itinerario para Adultos y Sectores. Adviento, Navidad y Tiempo Ordinario( verano)

Para cuando termina el año, la Iglesia irrumpe con el anuncio de la ESPERA y del camino que se renueva. Adviento es el camino que nos lleva al corazón de la encarnación de un Dios que se hace presente en Navidad, en su hijo y que anuncia que hará nueva todas las cosas, a pesar de tantos y tantos dolores. Por eso, para este tiempo sobrecargado de cierres y compromisos, proponemos como Itinerario, algo de silencio, contemplemos, escuchemos y en oración para hacer solos, en el grupo, con la pareja o con amigos, retomemos la marcha paso tras paso.

 La palabra Adviento, significa “llegada, venida” e indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir en la esperanza del Reino que crece silenciosamente desde la primera Navidad hasta su plenitud. Como todo tiempo fuerte es una invitación a darse tiempo y ” recentrarse”

Como tiempo litúrgico tiene su origen en la fiesta de Navidad, aparecida en Oriente en el siglo IV, que se celebraba el 6 de enero y en Occidente el 25 de diciembre, coincidiendo con la fiesta romana del “día del sol”. Y entre los siglos IV y VI en Hispania y en las Gálias nació el Adviento con la intención de ser una preparación para la Navidad, de manera semejante con la Cuaresma como preparación de la Pascua.

El Adviento es también el tiempo de María, la Madre de Dios, que con su sí generoso dio al mundo a Jesús, nuestro redentor y con su Inmaculada Concepción nos recuerda su rol en el camino del Pueblo de Dios.

Que este ADVIENTO no pase en vano a los Adultos y miembros de Sectores de la Acción Católica Argentina.

VERJUZGARACTUAR
MIRAR LA REALIDADDISCERNIR MISIONAR
Ante la espera del Dios que siempre viene¿
qué veo a mi alrededor que necesita de su presencia?
Lucas 21:25-28, 34-36
Lucas 3:1-6
Lucas 3:10-18
Lucas 1:39-45
Somos misión. La vida es misión. Qué espacios, lugares, ámbitos, hoy necesitan más de Jesús que llega.

Fragmentos de vida evangélica

Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.
Negar que el dolor tenga la última palabra.
Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.
Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si tú estuvieras.
Avanzar a través de la duda.
Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.
Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.

Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados.José María Rodríguez Olaizola, sj


Yo me atengo a lo dicho

Yo me atengo a lo dicho:

la justicia,

a pesar de la ley y la costumbre,

a pesar del dinero y la limosna.

La humildad,

para ser yo, verdadero.

La libertad,

para ser hombre.

Y la pobreza,

para ser libre.

La fe, cristiana,

para andar de noche,

y, sobre todo, para andar de día.

Y, en todo caso, hermanos,

Yo me atengo a lo dicho:

¡la esperanza!Pedro Casaldáliga


A veces hay que esperar

A veces hay que esperar,

porque las palabras tardan

y la vida suspende su fluir.

A veces hay que callar,

porque las lágrimas hablan

y no hay más que decir.

A veces hay que anhelar

porque la realidad no basta

y el presente no trae respuestas.

A veces hay que creer,

contra la evidencia

y la rendición.

A veces hay que buscar,

justo en medio de la niebla,

donde parece más ausente la luz.

A veces hay que rezar

aunque la única plegaria posible

sea una interrogación.

A veces hay que tener paciencia

y sentarse junto a las losas,

que no han de durar eternamente.José María Rodríguez Olaizola, sj


Noche de paz

Canto paz por quienes enmudecen

porque sienten su ausencia y su tardanza,

los que sufren, perdida la paciencia,

quienes callan, cautiva la esperanza.

Pido paz, que muchos no la alcanzan

si falta de sus mesas el sustento,

si olvidaron sus cuerpos los abrazos,

si pueblan sus hogares los silencios.

Digo paz, y anunciarla ya es canto

de niño, Verbo, carne y Dios eterno,

que incendia con ternuras lo apagado,

que da lumbre y abrigo a tanto invierno.

Hablo paz, villancico y misterio,

que convierte una noche en Noche Santa.

Rezo paz, miro al mundo y prometo

cantar la paz para quien no la cantaJosé María Rodríguez Olaizola sj


Echa las redes

Desde que Tú te fuiste

no hemos pescado nada.

Llevamos veinte siglos

echando inútilmente

las redes de la vida,

y entre sus mallas

sólo pescamos el vacío.

Vamos quemando horas

y el alma sigue seca.

Nos hemos vuelto estériles

lo mismo que una tierra

cubierta de cemento.

¿Estaremos ya muertos?

¿Desde hace cuántos años no nos hemos reído?

¿Quién recuerda la última vez que amamos?

Y una tarde Tú vuelves y nos dices:

«Echa la red a tu derecha,

atrévete de nuevo a confiar,

abre tu alma,

saca del viejo cofre

las nuevas ilusiones,

dale cuerda al corazón,

levántate y camina».

Y lo hacemos sólo por darte gusto.

Y, de repente, nuestras redes rebosan alegría,

nos resucita el gozo

y es tanto el peso de amor

que recogemos

que la red se nos rompe cargada

de ciento cincuenta esperanzas.

¡Ah, Tú, fecundador de almas: llégate a nuestra orilla,

camina sobre el agua

de nuestra indiferencia,

devuélvenos, Señor, a tu alegríaJosé Luis Martín Descalzo