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13 de diciembre | El Papa y la Acción Católica

Queridos Adultos: 

Continuando con la celebración de los 90 años de ACA y preparándonos para la Asamblea Federal, compartimos las orientaciones que los distintos Papas nos han regalado a través de documentos, cartas y mensajes, a lo largo de este tiempo

Les proponemos entonces caminar, rumiar, testimoniar, rezar, celebrar y conocer también los distintos apostolados que se han hecho y se hacen en la Institución

Este lunes compartimos parte de la carta del Papa Francisco en ocasión del 30° aniversario del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC), del 9 de noviembre de 2021.

Para leer y rumiar

«Queridos hermanos:

Esta celebración, que mira hacia un momento fundacional, nos hace inevitablemente mirar hacia el pasado en contemplación agradecida. En ese mirar hacia atrás nos encontrarnos con soñadores que se atrevieron a mirar hacia a adelante con esperanza. Por eso hoy ustedes están aquí.

Y la Acción Católica tiene su origen en el mismo seno de la Iglesia Católica. No tiene ningún fundador ni carisma particularísimo. Su finalidad es la de la misma Iglesia: la evangelización. No asume como propio uno u otro campo de apostolado particular, sino la finalidad de la Iglesia: el anuncio del Evangelio, a todos los hombres y ambientes. De modo que el “carisma propio” es no tener nada propio sino prestar disponibilidad a todas las necesidades de la Iglesia en cada lugar. Como Iglesia, experimentamos que, con la fuerza del Espíritu necesitamos dar una respuesta aquí y ahora a los gritos del mundo. Para escucharlos tenemos que salir, ser Iglesia en salida que se acerca samaritanamente a cada hombre y a cada mujer que sufre en su carne o en su espíritu el dolor de este tiempo.»

Papa Francisco, en ocasión del 30° aniversario del FIAC, 9 de noviembre de 2021.

Para compartir en la vida de grupo

El Papa nos dice: “Esta celebración, que mira hacia un momento fundacional, nos hace inevitablemente mirar hacia el pasado en contemplación agradecida.”

Por eso les proponemos en esta segunda semana de adviento ver hacia atrás en nuestra historia y la de nuestro grupo y reflexionar sobre el actuar de Jesús en nuestra vida, las personas que fueron referentes para nosotros.

  • ¿Qué respuesta damos a aquel hermano que nos necesita?
  • ¿Estamos presentes como otros lo estuvieron para nosotros?

Compartiendo el caminar… y testimoniar

Hoy nos comparte parte de su historia el Padre Flavio Duarte, de la diócesis de San Justo; actual asesor de la Comisión diocesana del Área Adultos y miembro de Acción Católica.

Historia de Jesús en mi vida

Es bastante difícil poder hacer una síntesis del recorrido con Jesús en la Vida de uno, sobre todo cuando el calendario sigue su paso. Hoy cuento con 54 años de vida, por pura gracia del Señor.

Nací un 18 de abril de 1967, en la localidad de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en el seno de una familia descendiente de inmigrantes, genoveses, gallegos, vascos y alemanes de origen húngaro, con mestizaje propio de este país que dieron como origen a este prototipo que se llama Flavio Fernando. Familias católicas por bautismos, de los cuales mis padres son los que más han servido de manera comprometida en el ámbito eclesial. Recibí de ellos mi primera catequesis y mis primeros ejemplos que los proyectos de vida y los compromisos, realizados y vividos desde Dios, tienen un plus extra para seguir encontrando día a día el camino de la vida.

Mi familia consta de mi padre (Don Oscar), mi madre (Doña Elba), tengo dos hermanas (Paola y Romina). Yo soy el mayor. De unas de mis hermanas he recibido el regalo de tener tres sobrinas, las cuales ya me han hecho tío abuelo de seis sobrinos.

Y con este contexto de familia puedo contar que por cuestiones de trabajo, mis padres decidieron migrar a Buenos Aires a principios de la década del 70´. Nos instalamos primeramente en Villa Luzuriaga y más tarde, cuando mis padres logran adquirir la vivienda propia, nos mudamos a Isidro Casanova, en el partido de la Matanza.

Corría el año 1976, durante el mes de junio, cuando recibí mi primera comunión en la Parroquia de San Cayetano, Liniers. Una amiga hermana de mi madre me preparó y finalicé mi parte de preparación en la misma parroquia. El 6 de Junio, de ese mismo año, fue un quiebre en mi vida porque puedo decir que hubo un antes y un después. JESÚS se hizo presente de una manera que nunca podré olvidarlo.

El Paso de Jesús consciente en el camino:

En mí adolescencia, a los quince años irrumpiste con una fuerza que me asustó, paralizó mi conciencia y la anestesie para no escuchar. Vos estabas allí.

Cuando al regresar de cumplir con la patria, el servicio Militar, seguiste insistiendo, y a tu propuesta la anestesie más que antes, deseando que desapareciera totalmente. Y vos seguías allí.

Cambié mis planes y mis caminos tomaron otros rumbos. Quise ser artífice de mí propia felicidad sin vos, sin amor. Y cuando por tercera vez decidiste visitarme nuevamente, concluí ponerle nombre a la locura para alejarme completamente de vos. Y aún seguías allí.

Fui muchas cosas a lo largo del tiempo. Lo que quise ser por capricho fui. Insatisfecho por cada logro, comenzaba uno distinto. Fui oficial de Gendarmería, profesor de Inglés, Analista de Sistemas, locutor, eduque la voz y participe en coros, comencé los cursos para corrector literario y seguramente otros que olvidé. Y vos seguías ahí.

Cuando los vacíos se profundizaban. Vos seguías atento allí.

La vida regalo de Dios siempre fue muy buena conmigo. Ahí están mis padres. Son mí oráculo, mí bálsamo, mis guardianes, porque de ellos recibí y sigo recibiendo la experiencia del amor y la misericordia. Mis hermanas que siempre están, mis sobrinas y sobrinos nietos, mis hermanos y amigos del camino. Y vos seguís estando allí. De todas las personas que pasaron y siguen pasando, los que ya no están y los que Dios quiso que aparecieran en estos momentos, entre todos ellos, vos seguís estando allí.

Por las comunidades que pasé, Parroquia de la Sagrada Familia en Gualeguaychú (donde nací a la vida de la gracia), el Seminario de Mercedes-Luján, San Nicolás de Bari, Nuestra Señora del Carmen, Santa Rita, Stella Maris, Fátima de Lomas del Mirador, Nuestra Señora de Lujan, Nuestra Señora de las Gracias, Nuestra Señora de la Guardia, San Roque González y Compañeros Mártires. Y vos, Señor seguís estando allí.

Los curas con los que estuve: padres Pablo Valles, Carlos Torre, Alejandro Díaz, Enrique Parasco, Pablo Pinto Gros, Juan Bosco y Padre Bachi, cada uno de ellos supo reflejar una cualidad de Dios: (La humildad en el ministerio, el descubrir la fragilidad del sacerdote y del hombre, la disponibilidad, la cercanía con el enfermo, la mirada de los signos de los tiempos y la adaptación, el temple misionero, la mirada amorosa del padre que recibe y la amistad con mayúscula. Y vos estás ahí.

En estos nombres que expresaré, los que me han honrado revistiéndome el 5 de diciembre de 2020 día de mi ordenación presbiteral, son personas, seres humanos, cristianos, muy amados por mí, y que ellos hayan estado en el momento de mi ordenación, para mi significa la presencia de Cristo a lo largo de mi historia:

Rafael Corso (mi presidente hermano de Juventud de Acción Católica diocesana que abrió el corazón para presentarme a Cristo desde una vocación laical profunda en aquellos años locos); Nicolás Grenci, (mi hermano y amigo, que Dios me lo regalo allá hace 35 años en el tiempo del servicio militar a 2000 kilómetros de aquí, y me lo vuelve a regalar convertido); Neri Acosta, (otro hermano de mi paso como oficial de Gendarmería Nacional, ese día recorrió más de 1000 kilómetros para estar aquí; Otro amigazo y hermano, Diego Preiti, que ha tenido mucha paciencia a lo largo de estos años y que ingreso junto conmigo en aquellos primeros pasos por el seminario). Gracias a todos y cada uno de los que dan testimonio de Vida y Vida en Jesús, porque en Él justifican mi vocación. Y VOS ESTAS AQUÍ.

Me viene a la mente y al corazón, lo que le dije al curita cordobés de radio “María” y también le sabía decir al Padre Bachi en nuestras charlas: “Yo tengo los bolsos preparados para cuando Dios decida llamarme; mientras tanto seguiré haciendo camino”. Vos estás aquí.

Tengo que agradecer a todos los curas diocesanos y de otros lares, a Monseñor Baldomero, a Monseñor Eduardo, A todas las Instituciones, movimientos, grupos, hermanos y hermanas, por todo este tiempo maravilloso que pude vivir, las alegrías y los desiertos, porque en todos ellos pude descubrir, que: “Porque soy Débil…soy fuerte” (2 Cor, 12, 10).

Gracias por SER parte de mi existencia; gracias por ESTAR.

(Pbro. Flavio Fernando Duarte – Fecha de ordenación Diaconal (18/04/2020). Fecha de ordenación Presbiteral (05/12/2020)

Terminemos este lunes con una oración de agradecimiento a Jesús por todo lo vivido en este hermoso camino de fe que estamos transitando.

¡Hasta el próximo lunes!