Comprometidos por el cuidado del agua para la paz y el desarrollo integral de los pueblos
Más de un centenar de personas de distintos credos y religiones se congregaron el 1 de setiembre, en la Mezquita Al Ahmad de la Ciudad de Buenos Aires, donde compartieron un momento intenso de oración y reflexión por el Cuidado de la Creación, que tuvo por lema “Dónde hay agua, hay vida”.
Le fecha recordó la propuesta que en 1989 impulsó el Patriarca Dimitrios I, como respuesta concreta a la problemática del deterioro de la Creación, proclama el 1° de Setiembre (comienzo del año eclesiástico ortodoxo) como día de oración por la Tierra y sus ecosistemas, y que luego es tomada por el Consejo Mundial de Iglesias.
Desde 2015, el Papa Francisco ha exhortado a todos a unirse en esta celebración anual cada 1° setiembre, como una oportunidad para unirnos como hermanos en el cuidado de nuestra “casa común”. En Argentina, la jornada es convocada por la Comisión Nacional de Justicia y Paz, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, el Departamento de Laicos, la Comisión Episcopal de Ecumenismo, relaciones con el Judaísmo, el Islam y las religiones de la Conferencia Episcopal Argentina y la Acción Católica Argentina.
En el centro se ubicaron los líderes de los diferentes credos, religiones y cosmovisión indígena: Sheij Abdelnaby Elhefnawy (Islam), Rabino Diego Vovchuk (Judaísmo), Monseñor Jorge Lugones (Iglesia Católica), Sisquito Flores (Consejo Cultura Indígena), Obispo Frank de Nully Brown (Iglesia Metodista), Pastor David Calvo (Iglesia Evangélica Luterana) y Kéctor Rioky (Soka Gakkai), cada uno de los cuales compartió una oración o un pensamiento.
Durante la jornada se revalorizó al agua como elemento primordial y dador de vida, que repara, calma y renueva la energía, “un don sagrado que vincula toda la vida”, y se hizo un llamado a no quedar “indiferentes” ante este bien público al que deberían tener acceso cada ser humano, su derroche, malgasto o contaminación que lesionan este derecho humano básico, fundamental y universal.
Otro momento se dedicó a dar gracias al Creador por el agua que hace posible a la vida, a quienes trabajan para garantizar la protección del agua y para que este “don” llegue a las comunidades más vulnerables; se pidió perdón por los daños ocasiones al plantea a causa de “nuestro comportamiento irresponsable”, por la “cultura del descarte y del derroche”; y se invocó la ayuda del Padre para “renovar nuestras mentes y corazones” para reconocer y cuidar el planeta.
“Todos los que estamos aquí anhelamos un presente y un futuro mejor para nuestra Tierra. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación: funcionarios públicos, empresarios y empleadores, educadores y comunicadores, pastores y guías espirituales, docentes y padres, hermanos de familia. Cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades. Es necesario acudir a las diversas riquezas culturales de los pueblos, al arte y a la poesía, a la vida interior y a la espiritualidad, su experiencia, iniciativas y capacidades”, se concluyó.
A la ceremonia interreligiosa concurrieron Santiago de Estrada y Alfredo Abriani, secretario y subsecretario de Culto de la Nación; en representación de Acción Católica Argentina participaron Claudia Carbajal (Vicepresidenta 1ª del Consejo Nacional) y Catalina Garavaglia (Sectores); por Comisión Nacional de Justicia y Paz Emilio Inzaurraga (Presidente), Lorena Echagüe, Ayelén Tomasini y Juan Navarro Floria; Daniel Martini (Deplai) y los padre Adalberto Odstrcil y Abel Padía, de la Comisión de Pastoral Social.