Yo me quedo en casa
La situación que estamos atravesando no es común pero no por eso deja de ser una invitación a la fe, a la oración y a la misión con una mirada de responsable esperanza.
Nos proponemos en estas semanas que hay que quedarse en casa, seguir “juntos” a través de las redes para:
· Rezar juntos
· Acompañarnos a crecer en la fe.
· Sostenernos en la serena alegría y esperanza.
· Misionar en gestos de responsabilidad en estos días difíciles
-Cooperemos responsablemente para que no se expanda una situación delicada y que afecta principalmente a personas mayores, en situación de vulnerabilidad o con problemas de salud
-Ofrezcamos con corazón discipular aquello que se deba realizar en estos días, sin caer en pánico y tampoco sin restarle importancia al cuidado personal , familiar, comunitario y al aporte al Bien Común.
Una Cuaresma en casa como Iglesia doméstica
Estamos en Cuaresma preparandonos para la Pascua.
Es una Cuaresma diferente, para vivir “en casa” como “Iglesia doméstica”, como lo hicieron los primeros cristianos en época de Jesús, donde aun no había templos.
Hoy, muchos templos están cerrados. Por eso te invitamos a armar un pequeño altar en casa donde hacer presente a Jesús, todos los días, poniendo una cruz, si tenemos la Biblia, alguna velita y estampa mariana y/o de algún santo.
Nos ayudará a recordar la presencia de Jesús entre nosotros y llevar ahí nuestra oración cuaresmal para que pronto la humanidad y la Argentina, supere esta situación.
La Iglesia nos ha enseñado que “la familia cristiana es llamada Iglesia doméstica, porque manifiesta y realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la Iglesia en cuanto familia de Dios”, entonces en estos dias, especialmente en particulares, que nuestro hogar sea Iglesia domestica donde vivir y celebrar la fe, donde repensarnos como familia en la gran familia humana y ofrecer las limitaciones para que pronto pase toda esta difícil situación.
En estos días entonces;
ADORÁ
- Orientar tu mirada y tu corazón hacia el templo que tengas más cerca de tu casa y visitar a Jesús que nos abraza y nos cuida desde su presencia Eucarística en el Sagrario de la comunidad. Fijá tu mirada en esta imagen de la Custodia utilizada en la JMJ de Panamá y hacé diariamente tu oración.
Las canciones en recursos de la web joven pueden ayudarte.
Estas frases pueden orientarte:
- “”Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes”. Sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía, en nuestra vida de oración, en nuestros momentos de adoración, y también abrazarlo en las personas más necesitadas.”
- «Nos hará bien, hoy, tomar un poco de tiempo de oración» y en eso hacer «memoria de nuestro camino, la memoria de las gracias recibidas, la memoria de la elección, de la promesa, de la alianza».Un recorrido interior en el que «buscar ir arriba, hacia la adoración y en medio de la adoración, con tanta humildad decir solamente esta pequeña oración: “Escucha y perdona”».
Manos unidas
Que seamos, Señor, manos unidas
en oración y en el don.
Unidas a tus Manos en las del Padre,
unidas a las alas fecundas del Espíritu,
unidas a las manos de los pobres.
Manos del Evangelio,
sembradoras de Vida,
lámparas de Esperanza,
vuelos de Paz.
Unidas a tus Manos solidarias,
partiendo el Pan de todos.
Unidas a tus Manos traspasadas
en las cruces del mundo.
Unidas a tus Manos ya gloriosas de Pascua.
Manos abiertas, sin fronteras,
hasta donde haya manos.
Capaces de estrechar el Mundo entero,
fieles al Tercer Mundo,
siendo fieles al Reino.
Tensas en la pasión por la Justicia,
tiernas en el Amor.
Manos que dan lo que reciben,
en la gratuidad multiplicada,
siempre más manos,
siempre más unidas.
Pedro Casaldáliga
LEE LA PALABRA DE CADA DÍA
- En la Biblia o Evangelio que tengas en casa, en compu o en tu celular. Hace la lectura del día, y tal vez en las redes puedas compartir la lectio divina con tus compañeros y compañeras de grupo. También en instagram encontraras varias propuestas para meditar la palabra del día. Esta imagen puede orientar tu lectura y oración .
USAR LAS REDES DE MODO ADECUADO
- Hablá con tus amigos, busca información cierta y adecuada, no te prendas con todo lo que circula, rechequea la info para no difundir falsas noticias. Mirá una buena pelicula o bajate un buen libro. Las redes nos permiten no estar sólos aunque estemos aislados, pero el exceso puede agobiarnos, por eso es importante manejar el tiempo en ellas y que ellas no gte manejen.
FORMARSE UN POCO MAS- Sobre la coherencia de creer- pensalo en estos dias
Creer sí, pero ¿para qué?
Todo paso por algo», «esto que me ha pasado es una señal», «voy a ver el horóscopo» o «es mi amuleto de la suerte». Frases con las que todos bromeamos, pero a las que también recurrimos sin ser muy conscientes. Como letanías que, de algún modo, expresan el deseo de que nuestra vida no pase flotando sobre la superficie en una época en la que, cada vez más, parece que la práctica de las creencias se abandona. Por falta de sentido, de reflexión, de profundidad o de incapacidad para mantenerse en las intuiciones que algún día tuviste.
Para una sociedad tan habituada a los hashtags, las campañas, las indignaciones y las modas frenéticas, este tipo de oraciones encaja como un guante. Llevar al cuello la medalla de la virgen del pueblo no necesariamente te exige ser más amable en la oficina. Leer tu horóscopo para saber qué tal tu semana no suele ser una llamada a mirar al hermano. Y así con un montón de cosas.
Y entonces la pregunta. Una que surge de lo más escondido de tu silencio. Una que nos hacemos muchos y que determina en gran medida el modo en que nos planteamos la cotidianidad del día a día y lo extraordinario de unas vacaciones en el mar: ¿Creo? ¿En qué? Y, sobre todo, ¿para qué? Acostumbrados a vivir de eslóganes o de gestos de poca hondura, el reto es enorme: vivir lo que crees sobre el terreno de lo concreto. El tiempo regalado, la ternura en la tormenta o la paciencia con la fragilidad (la propia y la ajena), con las manos de cristal y los pies desnudos. Porque creer es fácil, lo difícil es hacerlo tierra. Pero cuando se le encuentra el sentido, entonces empieza la aventura de creer.