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¡Hasta siempre Mons. Mario Maulión! ex Asesor General de la ACA-1993-1999

En la tarde del domingo 27 de septiembre, despedimos a Mons. Mario Luis Bautista Maulión, emérito de Paraná, que siendo Obispo auxiliar de Rosario y luego Obispo de San Nicolás, nos acompañara como Asesor General de la Acción Católica Argentina.

En su paso por nuestra Institución alentó el proceso de renovación iniciado bajo el impulso de las “Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización”, que desembocó en el Proyecto Institucional, incorporándose como asesor general en el primer Consejo Nacional luego, del cambio de estructura establecido por el nuevo Estatuto y Reglamento aprobado en la época, en la Asamblea Federal de Tucumán en 1993 y acompañándonos durante dos periodos,

Mons Mario fue ordenado obispo el 23 de mayo de 1986 en Rosario, y designado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, luego trasladado como obispo de San Nicolás de los Arroyos el 8 de mayo de 1995 y promovido a arzobispo de Paraná el 29 de abril de 2003 hasta 2010.

Recordaremos siempre sus palabras motivando nuestra vocación y ministerialidad laical “El testigo requiere una mirada lúcida sobre el modo cómo se vive, sobre los valores que constituyen un estilo de vida. Así el testigo debe evitar dos posturas: estar de espaldas al mundo y estar en contra del mundo. Ni ignorando, ni prescindiendo, ni guerreando, ni mimetizándose. Por el contrario, debe estar en medio.” “El miembro de AC (mucho más sus dirigentes) debe estar siempre dispuesto y alerta para descubrir, en cada momento y situación de su vida, nuevas oportunidades de acercar la Buena Nueva a los hombres que lo rodean”. “La rutina y el acomodamiento a ella es uno de los grandes enemigos del ardor misionero que debe movilizar a una organización apostólica como la AC”. “Es decir ´el testigo´ tiene que hacer la gimnasia permanente de mirar al mundo con los ojos de Cristo. Esto no se encuentra detalladamente previsto en ningún librito preestablecido. Sólo lo puede hacer quien tiene experiencia de Cristo”.

¡Padre Obispo Mario! ¡Hasta siempre!¡Gracias por tu servicio a la Iglesia y a la ACA! ¡Alabado sea Jesucristo!