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Jornada Mundial de los Pobres “Tiende tu mano al pobre”

En Camino a Cristo Rey ya dispuestos a cerrar el Año Litúrgico, se hace presente, la Jornada Mundial  de los Pobres.

Desde hace unos años, el domingo anterior el Papa Francisco, nos invita a vivir la Jornada Mundial de los Pobres, disponiendo nuestro corazón y nuestra acción a reafirmar nuestro servicio a quienes más lo necesitan.

 “Al final del Jubileo de la Misericordia quise ofrecer a la Iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, para que en todo el mundo las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los últimos y los más necesitados” Papa Francisco, 2017

Este año, sin dudas, será muy particular, en medio de la situación que venimos atravesando en el país y en el mundo, en medio del dolor y la incertidumbre, se nos invita a redoblar nuestra fe comprometida y nuestra esperanza activa.

Que el aislamiento o el distanciamiento social no nos impida la cercanía solidaria y fraterna, la alegría de nuestra vocación y misión.

15/11-Jornada mundial de los pobres 2020

“Cada vida es una vida amada por el Señor, en cada rostro se ve el rostro de Cristo, especialmente en aquel del pobre, el que está herido de la vida y de quien se siente abandonado…. <<Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social>> Papa Francisco a la ACI Roma 30/4/201

“Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32) Con esta frase el papa Francisco invita este año a la reflexión y acción en favor de los pobres.

http://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/poveri/documents/papa-francesco_20200613_messaggio-iv-giornatamondiale-poveri-2020.html

Estamos transitando un tiempo que nos plantea desafíos en todos los órdenes, en lo personal y comunitario tenemos que enfrentar cambios y obstáculos, pero, sin embargo, animémonos a, como nos proponía el cardenal Pironio: “ver cómo los tiempos difíciles pertenecen al designio del Padre y son esencialmente tiempos de gracia y salvación”.[1]

Iglesias domésticas- nueva fraternidad, capaz de ayuda recíproca y estima mutua

Valoremos haber convertido nuestros hogares en verdaderas iglesias domésticas donde, en familia y a veces en soledad, desde humildes altares, hemos compartido la oración y la Eucaristía valiéndonos de la virtualidad y lo compartido por las redes. Nos dice el papa “Encerrados en el silencio de nuestros hogares, redescubrimos la importancia de la sencillez y de mantener la mirada fija en lo esencial. Hemos madurado la exigencia de una nueva fraternidad, capaz de ayuda recíproca y estima mutua”.[2] La mirada fija en lo esencial nos permite, aún con limitaciones y cambios de escenario, poner el foco en las necesidades de muchos hermanos y hermanas para acompañar, difundir, sostener y multiplicar servicios.

  • Seamos Iglesias domésticas abiertas a los pobres, al que llega a nuestra casa en busca de ayuda, al que se acompaña desde nuestras parroquias, al que está en nuestro barrio con necesidad
  • La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y los que sufren son inseparables. Intensifiquemos nuestra solidaridad.
  • Celebremos presencial o virtualmente, según las disposiciones de nuestra diócesis, pero sin olvidar jamás el deber de caridad “Para celebrar un culto que sea agradable al Señor, es necesario reconocer que toda persona, incluso la más indigente y despreciada, lleva impresa en sí la imagen de Dios”
  • Recemos con constancia y vivamos en solidaridad “el tiempo que se dedica a la oración nunca puede convertirse en una coartada para descuidar al prójimo necesitado”[3]

Gestos de cercanía, redes y puentes

Sigamos adelante, trabajemos con otros, aumentemos los gestos de cercanía, generemos redes y tendamos puentes, seamos sensibles a todas las realidades que reclaman atención “La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y los que sufren son inseparables. Para celebrar un culto que sea agradable al Señor, es necesario reconocer que toda persona, incluso la más indigente y despreciada, lleva impresa en sí la imagen de Dios… la bendición del Señor desciende sobre nosotros y la oración logra su propósito cuando va acompañada del servicio a los pobres. ”[4]

 “La esperanza es fuerte, activa y creadora. La esperanza supone lo arduo, lo difícil, aunque posible (Sto. Tomás). No existe esperanza de lo fácil o evidente.”[5] Seamos sembradores de esperanza con nuestras acciones y vivamos con alegría la oportunidad de amar a Dios en el servicio y ayuda a los pobres.

  • La generosidad que sostiene al débil, consuela al afligido, alivia los sufrimientos, devuelve la dignidad a los privados de ella, es una condición para una vida plenamente humana.
  • La opción por dedicarse a los pobres y atender sus muchas y variadas necesidades no puede estar condicionada por el tiempo a disposición o por intereses privados, ni por proyectos pastorales o sociales desencarnados.
  • Mantener la mirada hacia el pobre es difícil, pero muy necesario para dar a nuestra vida personal y social la dirección correcta. No se trata de emplear muchas palabras, sino de comprometer concretamente la vida, movidos por la caridad divina.[6]

Te invitamos junto a tu comunidad nos compartan los testimonios de cercanía, redes y puentes tejidos en estos días hacia nuestros hermanos más necesitados, en este link.

https://padlet.com/accioncatolicaarg/sc2jpzer15l7p1w5

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