Día Internacional de la Fraternidad Humana
En audiencia general, del miércoles el Papa Francisco compartió la noticia de que, este jueves 4 de febrero se celebrará la Primera Jornada Internacional de la Fraternidad Humana.
Ligada a la histórica firma del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz y la Convivencia Mundial. por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, , el 4 de febrero de 2019, en el 800 aniversario del encuentro de San Francisco con el sultán al-Malik al-Kamal en 1219.La redacción de este documento llevo dedicaron más de un año a su redacción antes de su firma
En este marco, la iniciativa fue llevada al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, portugués de nacimiento y miembro activo de la JUC en su país, y le propusieron un día anual dedicado a la Fraternidad Humana.
Es así que, el 21 de diciembre de 2020, en el transito de esta Pandemia y luego de la publicación de la Encíclica Fratelli Tutti, la ONU declaró el 4 de febrero como Día Internacional de la Fraternidad Humana, a partir de 2021
Ver documento FRATELLI TUTTI. RESUMEN
La Asamblea General de la ONU invitó a los Estados miembros a celebrar el día anual de la manera que cada uno considere apropiada para promover el diálogo interreligioso e intercultural.
El Papa Francisco comunicó a su vez que, él y el Gran Imán de Al-Azhar participarán en las celebraciones del primer Día Internacional de la Fraternidad Humana que, debido a la pandemia serán retransmitidos en varios idiomas a partir de las 14:30 (hora de Roma) por Vatican News y difundidos por Vatican Media.
“Vivimos en tiempos difíciles. Vemos las amenazas que provienen de la pandemia, del clima, las amenazas de la guerra y los conflictos en diferentes partes del mundo. Por lo tanto, es fantástico ver el enorme liderazgo de Su Santidad el Papa y de Su Eminencia el Gran Imán de Al-Azhar, empujando a la humanidad a unirse, en la unidad, en el diálogo, para promover la paz, para promover la fraternidad, y para promover la unidad que es necesaria para hacer frente a todos los desafíos para derrotar el odio y asegurar que la solidaridad humana gane las batallas que estamos enfrentando” Señaló el Secretario General de las Naciones Unidas.

En aquella oportunidad, ambos líderes religiosos nos propusieron, “ver en el otro un hermano que debe sostener y amar·:
En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos, para poblar la tierra y difundir en ella los valores del bien, la caridad y la paz.
En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera.
En el nombre de los pobres, de los desdichados, de los necesitados y de los marginados que Dios ha ordenado socorrer como un deber requerido a todos los hombres y en modo particular a cada hombre acaudalado y acomodado.
En el nombre de los huérfanos, de las viudas, de los refugiados y de los exiliados de sus casas y de sus pueblos; de todas las víctimas de las guerras, las persecuciones y las injusticias; de los débiles, de cuantos viven en el miedo, de los prisioneros de guerra y de los torturados en cualquier parte del mundo, sin distinción alguna.
En el nombre de los pueblos que han perdido la seguridad, la paz y la convivencia común, siendo víctimas de la destrucción, de la ruina y de las guerras.
En nombre de la «fraternidad humana» que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales.
En el nombre de esta fraternidad golpeada por las políticas de integrismo y división y por los sistemas de ganancia insaciable y las tendencias ideológicas odiosas, que manipulan las acciones y los destinos de los hombres.
En el nombre de la libertad, que Dios ha dado a todos los seres humanos, creándolos libres y distinguiéndolos con ella.
En el nombre de la justicia y de la misericordia, fundamentos de la prosperidad y quicios de la fe.
En el nombre de todas las personas de buena voluntad, presentes en cada rincón de la tierra.
En el nombre de Dios y de todo esto, Al-Azhar al-Sharif —con los musulmanes de Oriente y Occidente—, junto a la Iglesia Católica —con los católicos de Oriente y Occidente—, declaran asumir la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio.