+54 11 4331 6323 secretaria@accioncatolica.org.ar

Enrique un hombre de esperanza

Enrique nos habla de Enrique

Acción optimista: No nos tiene que sorprender el mal. Al contrario, quien vive de la fe y conoce los efectos del pecado original, los limites y las miserias de la humanidad, no se escandaliza por encontrar el mal alrededor de sí ni adentro de sí mismo. No se deja llevar ni por el pesimismo ni por un falso optimismo; ve el mal, pero no se deja dominar o aplastar por él, sino que lo supera. La esperanza fundada en la fe nos coloca en la verdad. Creemos no solo en la Redención de Cristo sino también en la permanencia activa del poder renovador de la Iglesia”.

“¿Tenemos la convicción de que estamos encargados de hacer mejor al mundo y de que podemos hacerlo? Tenemos que despojarnos de ese complejo de inferioridad, de ese espíritu de fatalidad que inmoviliza. Y si tenemos la humildad y el desapego de que se ha hablado, no nos faltará el coraje optimista necesario para encarar plenamente nuestra misión. Creamos obstinadamente en lo contagioso del bien y en la fuerza de la verdad. Más que nunca en los tiempos actuales, y a pesar de las dificultades, tienen el deber los Dirigentes de Empresa, como intelectuales y dirigentes, de aportar un mensaje y la luz de la fe al desarrollo de los espíritus, de esforzarse por secundar, a la luz de los principios sociales cristianos, la búsqueda de las soluciones adaptadas a las realidades siempre mudables

El cielo

“El Cielo es también un lugar de actividad, de plenitud, de unidad, de intercambio, o sea, de caridad. Para la mayoría de los hombres que temen la muerte, Dios es una abstracción. Para mí constituyó y constituye una realidad más intensa que todas las realidades terrestres y que me dice: ¡Ven! Y yo le contesto: Habla, Señor, tu siervo te escucha. A lo cual me manifiesta: Te he llamado porque eres mío. Y entonces todo desaparece y sólo quedamos Dios y yo. Las luces fuertes enceguecen de tal modo que resulta difícil explicarlas, pero la explicación esencial es que Dios me llama y que la vida cristiana es la Eternidad comenzada en nuestra alma sobre la tierra para llegar en el Cielo a la unidad completa con Dios.”

Oración

Oh Dios, tu siervo Enrique nos dio un alegre ejemplo de vida cristiana a través de su quehacer cotidiano en la familia, el trabajo, la empresa y la sociedad. Ayúdame a seguir sus pasos con una profunda vida de unión contigo y de apostolado cristiano. Dígnate glorificar y concédeme por su intercesión el favor que te pido…
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

(Padrenuestro, Avemaría, Gloria).