+54 11 4331 6323 secretaria@accioncatolica.org.ar

17 de mayo | El Papa y la Acción Católica

Queridos Adultos:

Ya llegaron los 90 años de nuestra querida Acción Católica Argentina y hemos festejado en nuestras diócesis, parroquias y comunidades.

Continuando con la celebración y preparándonos para la Asamblea Federal, compartimos las orientaciones que los distintos Papas nos han regalado a través de documentos, cartas, mensajes, etc, a lo largo de estos 90 años.

Les proponemos entonces caminar, rumiar, testimoniar,rezar,  celebrar y conocer también los distintos apostolados que se han hecho y se hacen en la Institución.

Este lunes, 17 de mayo, compartimos parte del discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los adultos de la Acción Católica Italiana, en ocasión del 130° aniversario de su fundación,  en Plaza San Pedro, 5 de septiembre de 1998.

Para leer y rumiar….

«Adultos juntos, peregrinos de esperanza».

Os habéis definido «peregrinos» vosotros, amadísimos adultos de Acción católica, que camináis con esperanza hacia el jubileo del año 2000. Esta fecha, que marca el inicio del nuevo milenio, necesita mujeres y hombres capaces de mirar con alegría al futuro. Necesita mujeres y hombres que sepan construir ese futuro con confianza y laboriosidad, esforzándose por orientar hacia Dios todas las realidades temporales.

Son hombres y mujeres de ayer, que plantaron la semilla a fin de que vosotros, los adultos de hoy, estéis dispuestos a asumir vuestras responsabilidades frente a este difícil y apasionante presente.

Ser adultos no es una condición que se adquiere simplemente con la edad. Más bien, es una identidad que se forma dentro del ambiente en que estamos llamados a vivir, teniendo puntos firmes de referencia. Ser cristianos laicos adultos es una vocación que ha de ser reconocida, acogida y realizada. Por eso, vosotros, adultos de Acción católica, os sentís permanentemente peregrinos en la historia. Recorréis «juntos» los itinerarios de la historia.

Esa manera de asociación ha sido reconocida por el Magisterio como una forma de ministerio en favor de la Iglesia local, con el fin de servirla en la diócesis y en la parroquia, así como en los lugares y en las situaciones en que las personas viven su experiencia humana.

Ese servicio, propio de vuestra naturaleza de laicos adultos en la Iglesia y en el mundo, encuentra su fuente en el bautismo y en la confirmación. Para muchos, además, ha sido robustecido con el matrimonio; y todos reciben su fuerza principal de la Eucaristía.

A través de la vida sacramental, reforzando la primacía de la vida espiritual, estáis llamados a dar vuestra contribución a la edificación de la Iglesia como casa «que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas». Para ello es preciso esforzarse por ser una casa viva, donde cada miembro se sienta parte de una sola familia. Más aún, vosotros, como Acción católica, debéis ser una familia de familias, en la que cada familia esté defendida en su dignidad y subjetividad, y desempeñe un papel activo en la acción pastoral.

Por eso, vuestra formación ha de estar siempre atenta y abierta a los problemas que plantea la sociedad en la actualidad. Y ha de ser capaz de crear una cultura política que busque siempre y a toda costa el bien común y la defensa de los valores

San Juan Pablo II, Roma, 5 de septiembre de 1998.

Para rezar…

Que María Madre nos guie en este caminar y nos ayude a contribuir  siendo verdaderos  ladrillos de esa casa viva que es la Iglesia.

Para compartir en la vida de grupo

  1. ¿Qué actitudes es necesario reforzar para ayudar a nuestros hermanos a mirar el futuro con alegría y construirlo con confianza y laboriosidad?
  2. ¿Cómo vivimos nuestra identidad de adultos de la acción católica,  discípulos misioneros,  referentes para los  más jóvenes ?¿Compartimos y vivimos  como familia con los jóvenes de la parroquia?
  3. ¿De qué modo asumimos nuestro compromiso por el bien común en los ámbitos donde nos toca participar?

Compartiendo el caminar…. y testimoniar

 “Anímense mutuamente y ayúdense a crecer juntos como lo están haciendo” (1 Tes, 5-11)

Inspirados en las palabras de San Pablo, por el año 2006 iniciamos las actividades del Equipo de Matrimonios de Acción Católica en la Arquidiócesis de Rosario por iniciativa del trabajo en conjunto del área de sectores y el área de Adultos, con mucha ilusión formando una comunidad de vida y de trabajo.

En ese momento nos propusimos como objetivos:

  • Revalorizar el Sacramento del Matrimonio como núcleo de la familia.
  • Descubrir, asumir plenamente y difundir la vocación matrimonial a la santidad.

Como MISIÓN nos propusimos: Fomentar la formación de comunidades de vida. Ayudar a los matrimonios convocados a recorrer un camino hasta formar una verdadera comunidad. Que cada uno se sienta parte, viviendo y celebrando la pertenencia fraterna. Que todos puedan conocer más a Jesucristo, viviendo y sintiendo el ser Iglesia, celebrando la llamada de Nuestro Señor; para ser capaces de darse y ser discípulos, asumiendo con amor su misión evangelizadora.

Como nuestro Modelo de Amor tomamos a La Sagrada Familia de Nazareth, santa y santificadora.

Desde ese momento, con mucho entusiasmo y mucha oración nos lanzamos a la misión, dejándonos guiar por el Espíritu Santo.

Así fueron naciendo comunidades de matrimonios en algunas Parroquias y también, como servicio a la Iglesia y a la comunidad comenzamos a preparar los retiros:

Amor sobre Roca, destinado a novios, para ayudarlos a descubrir su verdadera vocación y a discernir su noviazgo a la luz de Dios.

Cenáculo para Matrimonios, destinado principalmente a parejas que recibieron el Sacramento, para trabajar en clave matrimonial la vida sacramental y el llamado a santificarnos mutuamente. 

Siendo conscientes del llamado que nos hace San Juan Pablo II nos sentimos peregrinos en la historia siendo familia y buscando que cada vez sean más familias las que se unan a este proyecto de extender el Reino de Cristo.

Elda Cano de Collazuol, Responsable de la Comisión de Adultos de Rosario