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9 de Julio | Recuperemos el camino del encuentro y la fraternidad

El 205° aniversario de la proclamación de la Independencia nacional que celebramos hoy, nos desafía e interpela, en un momento histórico inédito para nuestra generación atravesada por la pandemia Covid-19. Pensando en los enormes sacrificios de los hombres y mujeres independentistas de Mayo de 1810 y de Julio de 1816, no dudamos en interpretar que el espíritu que inspiró la gesta libertadora y emancipadora fue un espíritu de libertad y corresponsabilidad comunitaria y cívica, que sigue hoy reclamando nuestro compromiso.

Hacemos memoria agradecida de esos primeros pasos que indujeron la constitución de la República y lo hacemos recordando a próceres que, renunciando a sus posiciones de privilegio personal y comodidad, asumieron responsabilidades de conducción y organización que dieron origen a una Nación libre y soberana, autogobernada y responsable de sus logros y fracasos.

Hoy nos toca a nosotros, las generaciones presentes, asumir la responsabilidad de sostener a la Nación y a la República en la realización del bien común, favoreciendo condiciones dignas de vida y trabajo para todas y todos los ciudadanos, regidos por una economía más humana, con igualdad de oportunidades para acceder a la educación, cuidando nuestra casa común, favoreciendo el encuentro que nos permita superar con nuevas decisiones las heridas del pasado y nos proyecten un futuro mejor.

Esto nos pone frente al espejo de reconocer grandes avances y asumir también innumerables tareas pendientes, manifiestas en lamentables indicadores de desunión e inequidad.

La realidad es compleja y conflictiva. Requiere de cada uno de nosotros y de nuestros representantes políticos, líderes sociales y religiosos, espíritu de verdad para explicitar intereses y espíritu de diálogo, para encontrar puntos de acuerdo básicos sobre los cuales avanzar a través del andamiaje jurídico mínimo, respetado por todos los ciudadanos sin privilegios de clase y condición.

Este 9 de julio hacemos un llamado a la transparencia en la manifestación de intereses y al compromiso de negociación necesaria en el ámbito de las instituciones y bajo el gobierno de la ley para recuperar el camino del encuentro, la hermandad y amistad social, teniendo en el centro a los más débiles y necesitados.

Con espíritu filial y fraterno imploramos a Dios, fuente de toda razón y justicia, ser instrumentos de justicia y paz en nuestra amada Argentina.

¡Feliz día de la Patria!