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6 de diciembre | El Papa y la Acción Católica

Queridos Adultos: 

Continuando con la celebración de los 90 años de ACA y preparándonos para la Asamblea Federal, compartimos las orientaciones que los distintos Papas nos han regalado a través de documentos, cartas y mensajes, a lo largo de este tiempo

Les proponemos entonces caminar, rumiar, testimoniar, rezar, celebrar y conocer también los distintos apostolados que se han hecho y se hacen en la Institución

Este lunes compartimos un fragmento de la carta del Papa Francisco en ocasión del 30° aniversario del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC), del 9 de noviembre de 2021.

Para leer y rumiar

«Queridos hermanos:

Esta celebración, que mira hacia un momento fundacional, nos hace inevitablemente mirar hacia el pasado en contemplación agradecida. En ese mirar hacia atrás nos encontrarnos con soñadores que se atrevieron a mirar hacia a adelante con esperanza. Por eso hoy ustedes están aquí.

Todavía seguimos atravesando la primera pandemia global en la historia de la humanidad, que afectó sin diferencia a todos los países de nuestro mundo. Con la pandemia, ha quedado desvelado el estado de vulnerabilidad que padecen cientos de millones de hombres y mujeres en nuestro planeta que no tienen posibilidad de tener posibilidades. La vulnerabilidad puso delante nuestro, el riesgo morir sin ningún tipo de previsión e independientemente del lugar donde vivamos, la condición moral, creencia religiosa o la posición socio-económica. Toda la humanidad está afectada por igual. La vulnerabilidad ha logrado superar todo aquello que nos dividía y hacía desiguales. Nos descubrimos iguales en la necesidad, aunque distintos en las posibilidades.

Como dije al comienzo de la pandemia: “La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos sí de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad”. Todos, incluso yo mismo, hemos sentido esta experiencia de impotencia.

Veníamos de un tiempo fuertemente marcado por la globalización; globalización económica, cultural, etc. …con sus aciertos, pero también con las estructuras de pecado que de ella han emergido. Todo es global, ¡hasta el virus se ha hecho global!

Ustedes como foro tienen una misión global y al cumplir sus primeros treinta años; celebrarlos es un desafío y una invitación. Desafío a descubrir cada vez más y de un modo más fuerte por dónde pasa la vida y la historia de nuestros pueblos, sin prejuicios, sin miedos, sin clasificaciones y sin sentirnos reguladores de la fe de nadie. Invitación a estar allí, por dónde van sus intereses, sus preocupaciones, sus heridas más profundas y sus angustias más grandes.  Sabemos que no hay mayor pobreza que no tener a Dios, es decir vivir sin la fe que da sentido a la vida, sin esperanza que nos dé fuerza para trabajar, sin sentirnos amados por alguien que no defrauda. Ese es el lugar y el pueblo donde la Acción Católica debe realizar su misión.»

Papa Francisco, Mensaje por el 30° aniversario del FIAC, 9 de noviembre de 2021

Para compartir en la vida de grupo

  • ¿Conoces la existencia del FIAC, su finalidad y países miembros? En nuestra página encontrarás información al respecto.
  • Así como pregunta Francisco… ¿Por dónde pasa tu vida hoy? ¿Y la de tu grupo?
  • ¿Cómo compartimos con nuestra comunidad nuestro ser de acción católica?

Compartiendo el caminar… y testimoniar

Durante el tiempo de pandemia, los Adultos de la Acción Católica de la comunidad de Caleta Olivia, diócesis de Río Gallegos, buscaron la manera de acercarse y acompañar a todos. Al principio fue solo a través de mensajes de WhatsApp, y, luego, comenzaron a organizar encuentros virtuales, lo cual fue un desafío ya que no todos sabían manejar el Zoom, Meet, o la sala de Facebook. Fue un proceso de aprendizaje y evangelización.

Poco a poco, estas “reuniones” se hicieron habituales, y con diferentes temas y reflexiones a la luz del Evangelio, se acompañó a los miembros del Área y a sus familias en este tiempo tan particular que estamos atravesando. Un lindo testimonio de aprendizaje, misión, servicio y testimonio.

En ese intentar llegar a todas partes y de diversas maneras, nos llega el testimonio de Natalia Guzmán, de la Capilla María Auxiliadora, que pertenece a la parroquia San Juan Bosco de Caleta Olivia.

 “Hola, mi nombre es Natalia. Tengo 38 años, soy casada, tengo una hija, soy de la provincia de Salta y estoy viviendo en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz.

Les quiero contar cómo llegué a Acción Católica. María, una de mis vecinas, publicó en su estado de WhatsApp una invitación para participar del grupo de Adultos de la parroquia, que me llamó la atención. Me contacté con ella y enseguida comencé a participar. El motivo que me movilizó fue la pandemia, el aislamiento y la angustia de todo lo que estaba pasando. Sumado a que mi hija se había ido a estudiar a otra provincia. Era tanta la angustia que tenía que quería apoyarme en algún grupo. Me movilizo más esto que estaba viviendo y la pandemia; así que en este grupo de adultos me sumé a los encuentros mediante Zoom.

Me sentí muy bienvenida, muy apoyada por todos los miembros del grupo y me gustó participar por Zoom el año pasado y este año también a través de las canciones, el Evangelio y las reflexiones que teníamos. Lo que también me iba nutriendo no solamente eran las reflexiones sino también iba conociendo más sobre la vida de Jesús. Siempre me sentí muy acompañada y eso también me ayudó a tranquilizarme. Es un hermoso grupo el de Adultos de Acción Católica al que pertenezco.”

También este tiempo de pandemia se llevó a un integrante de los adultos: Darío Hernández, que se acercó al grupo y tuvo una gran conversión. Sin duda se estaba preparando para y al encuentro del Padre.

Para finalizar queremos compartir con ustedes una frase que Darío le dejó a su hijo: “Siempre hay que buscar a Dios, aunque estemos enojados con Él. A veces no entendemos su propósito para con nosotros, pero cuando nos acercamos, nos damos cuenta en verdad cuánto nos ama”.

Gracias a la Parroquia San Juan Bosco y a la Capilla María Auxiliadora por compartir con nosotros tan lindo y sentido testimonio.

¡Hasta el próximo lunes!