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ORACIONES PARA JÓVENES

 

Al comenzar el día…******************************************************

Es bueno darte gracias, Señor, de corazón,
y cantarte con gozo cada día.
Es bueno proclamar por la mañana tu lealtad
y por la noche decirte de verdad que me has querido.
Es bueno decir que tus acciones, Señor,
son mi alegría y mi esperanza.
Es bueno decirte que las obras de tus manos son alegría y fiesta para mí.
Te doy gracias y me alegro por el don maravilloso de la vida.
Te doy gracias y me alegro por el don entrañable del bautismo.
Te doy gracias y me alegro por el don precioso de tu Espíritu.
Te doy gracias y me alegro por el don precioso de tu Palabra.
Te doy gracias y me alegro por el don único de tu Pan de Vida.
Qué grandes son tus obras, Señor.
Qué profundos son tus designios.
Qué grandes son tus proyectos para nosotros.
Que profundos son tus deseos para el que te busca.
Es bello, Señor, vivir siendo Vos el centro de mi vida.
Es bello, Señor, saber que Vos eres el Señor de mi vida.
Muchos no te conocen, Señor,
y me da pena que pongan su vida en cosas que se acaban.
Muchos no saben que tú eres Padre,
y que nos quieres a todos con ternura.
Tú eres grande para siempre.
Tu amor me inunda y me hace feliz.
El hombre honrado florecerá como palmera,
se abrirá como un trigal fecundo,
siempre tendrá el fruto a mano y su vida ante ti,
Señor, será preciosa.
Es bueno darte gracias, Señor,
y cantar de gozo cada día.
Es bueno abrir el corazón de par en par
y dejar que tu luz inunde de tu paz toda la vida.

Decálogo de la sencillez..****************************************************

1. Vivir la sencillez es no necesitar tener muchas cosas para ser feliz, no cayendo en el consumismo ni en las modas que nos obligan a comprar lo nuevo, lo último.
2. Vivir la sencillez es tener más alegría al dar, o al compartir, que al recibir, porque has descubierto el poder misterioso que tiene la palabra gratuidad.
3. Vivir la sencillez es vaciar el corazón de todas las cosas innecesarias que lo ocupan, y llenarlo del tesoro de la amistad, de la cercanía y del encuentro humano con los demás.
4. Vivir la sencillez es creer que tu valía y dignidad está en lo que eres como persona y no en lo que tienes o posición social que ocupas.
5. Vivir la sencillez es solidarizarte con tantas hermanas y hermanos de tu familia humana que viven injustamente en la pobreza y necesidad, y te movilizas e implicas porque no quieres vivir mejor que ellos.
6. Vivir la sencillez es poner tu confianza y seguridad no en el dinero o posesiones, sino en tus bienes espirituales, en tus convicciones y creencias, en tu Fe, en tus capacidades, en tu fuerza interior y en la de aquellos que te aman y aprecian.
7. Vivir la sencillez es trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
8. Vivir la sencillez es disfrutar de los innumerables regalos que la vida, la Naturaleza, te ofrece constantemente cada día, y que pasan desapercibidos para la mayoría de gente.
9. Vivir la sencillez es respetar y cuidar de la Naturaleza con tu forma de vivir, reciclando, reutilizando, reduciendo el consumo innecesario.
10. Vivir la sencillez es utilizar tu dinero para que tú y tu familia podáis vivir con dignidad, y para que los demás también puedan vivir con dignidad si lo inviertes en banca ética y si te habitúas a exigir productos que provengan del comercio justo y del comercio local.

Anunciar la Buena Nueva..******************************************************

Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando seguimos los pasos
de su práctica concreta
y nuestra vida da testimonio
del Reino que Dios quiere para todos.
Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando vivimos para los demás,
cuando nos interesa lo que le pasa al otro,
cuando sentimos el sufrimiento ajeno
como propio,
cuando el otro es hermano
aunque no lo conozcamos.
Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando nos comprometemos por la vida,
cuando luchamos por la justicia,
cuando construimos la paz y la concordia,
cuando nos rebelamos ante la injusticia
e intentamos aportar nuestro granito de arena
para que el mundo cambie.
Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando nos animamos a juntarnos,
cuando comenzamos a compartir,
cuando aprendemos juntos,
cuando superamos las diferencias
y nos animamos a vivir
la aventura de la comunidad,
y caminar en los pasos de Jesús.
Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando nos preocupamos
de los problemas de esta tierra,
cuando tenemos la mirada atenta
para ver a Dios que habla en la vida,
cuando nos dejamos interpelar
por la marcha de la historia
y juntos buscamos discernir
lo que Dios quiere,
su voluntad en nuestro tiempo.
Anunciamos la Buena Noticia de Jesús
cuando ponemos nuestra existencia
al servicio de su proyecto,
como lo hizo María,
haciendo su voluntad,
viviendo su Palabra,
construyendo su Proyecto
con nuestro aporte.
Anunciamos la Buena noticia de Jesús
cuando confiamos que El vive
y nos dará las fuerzas necesarias,
hablará en nuestra boca
y actuará a través de nuestras manos,
si vivimos según su Espíritu,
animados por la esperanza
que un mundo mejor es posible
si cada uno empieza a construirlo ya,
y eso sí que es una ¡Buena Noticia para todos!
Marcelo A. Murúa

Danos la fraternidad..*************************************************

Hoy, te pedimos, Señor, lo más precioso:
que nos veamos en nuestras verdaderas caras,
para que no nos creamos importantes,
y hagamos sitio en nuestro corazón
para nuestros hermanos y para Vos.
Te pedimos, Señor, lo más decisivo:
que no nos pongamos a nosotros mismos
en el centro de nuestro corazón;
que sintamos deseos de los demás
y que sintamos deseos de Vos.
Te pedimos que no andemos llenos
de nosotros mismos ni de nuestros sueños;
te pedimos que tampoco nuestros ideales y proyectos,
se conviertan para nosotros en lo absoluto y máximo
que nos impida reconocer los rostros ajenos
y escuchar sus llamadas.
Dios y Padre nuestro, te alabamos con tu Hijo Jesús,
sencillo y de corazón humilde,
porque escondiste su salvación a los sabios y entendidos
y la revelaste a la gente sencilla;
Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido bien así.
Pero nosotros, Señor, enseguida queremos hacernos grandes
y hasta copiamos los gestos de los grandes de este mundo;
ponemos los rostros muy graves y andamos agobiados
como si la marcha del mundo colgara de nuestros hombros.
Danos, Señor, el gusto de ser compañeros y hermanos de todos,
el gusto de vivir una vida compartida,
de recibir agradecidos para poder dar gratuitamente.
Danos la capacidad de ver la riqueza escondida de la gente
que vive a nuestro lado,
y la pobreza para dar sin esperar nada a cambio.
De este modo, libres de ambiciones,
podremos abrazar verdaderamente al mundo
y entregarnos sencillamente a la tarea de discernir
los signos de los tiempos… siguiéndote Señor por los caminos
de la vida viviendo y proclamando tu Evangelio.

Danos locos, Señor..******************************************************

¡Oh Dios!, envíanos locos, de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que aman con algo mas que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.
DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.
Danos locos, chiflados, apasionados,
hombres capaces de dar el salto hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza.
DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.
Danos locos, que acepten diluirse en la masa
sin pretensiones de erigirse en escabel,
que no utilicen su superioridad en su provecho.
DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.
Danos locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores eficientes del proletariado,
amantes de la paz, puros de conciencia,
resueltos a nunca traicionar, libres y obedientes,
espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.
DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS. (L J. Lebret)

Enséñame, Señor, tus caminos.****************************************************

Enséñame, Señor, tus caminos,
los caminos de la sencillez evangélica;
tus caminos verdaderos,
tus caminos desvelados y ofrecidos,
seguros, limpios y fraternos,
tus caminos del Reino,
tus caminos de abandono confiado en tu providencia.
Enséñame tus caminos de gracia, brisa y vida,
tus caminos más queridos,
tus caminos de “obligado cumplimiento”,
tus caminos a contracorriente
de lo que la propaganda ofrece,
de vida compartida y desprendida,
que se recorren en compañía
y nos dejan a la puerta de tu casa fraterna.
Llévame por tus avenidas de paz y justicia,
por tus rotondas solidarias y humanas,
por tus autopistas de libertad y dignidad,
por tus cañadas de austeridad y pobreza,
por tus sendas de utopía y novedad,
y si es preciso, campo a través siguiendo tus huellas
por la calle real de la compasión y la misericordia.
Y que al llegar a la puerta de tu casa fraterna,
pueda lavarme y descansar en el umbral,
oír tu voz que me llama, y entrar
para comer y beber contigo,
y sentirme hijo y hermano en el banquete
preparado por ti y tus amigos.
Enséñame, Señor, tus caminos,
los caminos de la sencillez evangélica.

Manos que cuidan, brisas que acarician*********************************

Paseando por las calles de mi ciudad
al caer la tarde
voy cayendo en la cuenta de qué manera
has estado presente hoy y sigues estando
hasta que el sueño se apodere de mí.
Vivir de esta manera es un regalo.
Todo lo cambia.
Porque en todo y todos veo
tu rostro y tu llamada.
Tu grito y tu caricia.
Gracias, Señor, por cuidarme
con tus manos que trabajan por mi cada día.
¡Cuánto has hecho hoy por mí!
tus manos, manos firmes y desgastadas,
pero que me sostienen con fuerza,
ternura y confianza,
me hacen sentir en paz.
Gracias por haberme acariciado hoy a
través de la brisa que me llegaba por las calles,
cuando más me cuesta apostar
por algo que me suponía un reto.
Ahí estás.
Solo tú.
Invitándome a ser manos
y ser caricia para los demás.

Cristina Culiáñez

Testigo*********************************

Si te atacan, déjame ser 
testigo de la defensa. 
Quiero gritar al mundo 
nuestra amistad 
y tu Justicia, 
aunque demasiadas veces 
te he fallado. 
Intentaré, 
esta vez, 
soltar la piedra 
y escribir, en la arena 
palabras de amor, 
como Tú me enseñaste. 
Déjame mostrar el barro 
que tú vuelves tesoro 
si te dejo ser  
alfarero de mis días. 


Contaré las historias
que aprendí de Ti.
Expondré tu lógica
que trastoca protocolos
Y aunque mi palabra
sea solo balbuceo,
basta un eco de tu voz
para despertar, en otros,
nostalgias de infinito.
Sé que Tú no necesitas
mi defensa,
pues tu evangelio
ya venció.


Soy yo, que necesito
ser más discípulo,
aprendiendo, de Ti,
a hacer de la vida
hogar y fiesta.


Que quien me escuche, Te oiga
y quien me busque, Te halle.
Que quien me encuentre Te abrace,
Y quien me mire, Te vea.José María R. Olaizola