+54 11 4331 6323 secretaria@accioncatolica.org.ar

Semana Santa y Pascua. La cruz y la esperanza

Porque nuestra fe tiene dimensión social, no podemos separar esta semana, central para el creyente, de la realidad que nos duele y nos interpela. Entramos a esta Semana Santa acompañando a Jesús proclamado rey y unas horas después, será entregado por la multitud y uno de los suyos a la muerte. Desde este lugar, miramos también nuestro hoy contradictorio, con la confianza puesta en ese “tercer día” donde nos habita la esperanza.

Este camino, nos pone en sintonía con los acontecimientos que vivimos, donde la CRUZ aparece en el dolor de tantas hermanas y  hermanos nuestros atravesados por la pobreza que alcanzó el índice del 40%[1], en las noticias de las muertes de 2 niños,  una chiquita de 6 años en Salta por falta de atención médica estando en la guardia de un hospital y otra beba, en situación de calle,  a metros de la Casa de Gobierno nacional , que testimonian el desamparo de la infancia donde  dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos[2]. Está presente en quienes son descartados o invisibilizados[3] como nos recordó Francisco este domingo de Ramos y en aquellos que nos encontramos en las periferias existenciales de la vida.

Está en la violencia que nos corroe el alma y deja victimas a cada paso- violencia de género , ancianos maltratados, jóvenes víctimas del narcotráfico que los atrapa o de la falta de sentido que los arroja al suicidio, enfrentamientos absurdos en la calle, locura en la salida de boliches o de eventos deportivos, robos en nuestras calles-. También la guerra que, aunque a kilómetros de distancia duele y se vuelve una amenaza a gran escala.

La cruz que Jesús carga, nos recuerda este dolor que abraza por los que ama, pero también lleva el peso del pecado de quienes provocamos todos estos dolores con nuestras injusticias, con nuestra  indiferencia, con el mal anidado en nuestras decisiones diarias.

El Vía crucis de estos días, dejará al descubierto las mismas escenas. El poder que se lava las manos entre las idas y las vueltas, el beso que vende al justo por unas cuantas monedas, el peso del dolor que dobla y empuja a varias caídas , las mujeres que lloran la agonía del Justo, la burla, el despojo.

Pero también hay en el camino signos de esperanza. El Cirineo, la Verónica, la Madre, el Ladrón Pecador, el distinguido miembro del Sanedrín que a pesar del miedo ofrece su sepulcro y ahí no más, el anuncio de la Pascua, dónde Jesús venciendo a la muerte sella la alianza de la esperanza.

Solidaridad, compasión, amor del más genuino, perdón, misericordia y valentía, vida, ¡si vida! completan el cuadro de la historia, que está latiendo entre nosotros cada día. Jesús vive, camina a nuestro, lado y los tiempos difíciles son tiempo de esperanza.

Ante esta nueva Santa Santa 2023 que, a cada uno de nosotros, Cristo nos atraviese el corazón y nos permita la gracia de revertir el abandono, de comprometernos con la vida que nace de la Pascua y  para hacer posible una patria de hermanos y hermanas, para que la amistad social se sobreponga a la división y los enfrentamientos, para encontrar causes contra la corrupción y la violencia, para ayudarnos solidariamente a cargar las cruces y lograr políticas y medidas que permitan el desarrollo digno de cada persona.

Nos alienta la esperanza de la Pascua en Jesús que, resucitado nos anuncia que ha vencido la muerte y hará nuevas todas las cosas, dejando atrás toda conciencia derrotista de que no es posible superar los tiempos de dificultad. Por eso, creemos en la posibilidad de ser hombres y mujeres nuevos y nos comprometemos a renovarnos en el amor atravesado por la cruz y a trabajar por una sociedad más humana. Pedimos ante la cruz, con fe por la conversión en nuestro tiempo. Celebraremos la Pascua en Jesús, porque esperamos contra toda esperanza[4].

Consejo Nacional


[1] https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-4-46-152

[2] https://www.unicef.org/argentina/comunicados-prensa/dos-de-cada-tres-ninias-y-ninios-en-argentina-son-pobres-o-estan-privados-de

[4] Rom 4,18