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1 de mayo | Día del Trabajador

Vivamos en la esperanza con creatividad, honestidad, solidaridad, justicia social y espíritu de servicio

LA PERSONA HUMANA Y SU DIGNIDAD, PRINCIPIO RECTOR DE TODA POLÍTICA

La conmemoración del Día Internacional del Trabajador nos encuentra, nuevamente, en una difícil coyuntura que afecta de manera muy profunda a nuestra sociedad, y muy especialmente a las y los trabajadores y a los más desprotegidos.

Ante una inflación que sigue siendo aún alta y los aumentos en distintos servicios esenciales, el poder adquisitivo de trabajadores y de jubilados ha quedado retrasado y, asimismo, aumenta el desamparo y la vulnerabilidad entre nuestros hermanos y hermanas que viven del trabajo informal. La pobreza, en niveles desesperantes, sobre todo afectando a la infancia y adolescencia, el recrudecimiento de la violencia, el avance de las adicciones, la delincuencia, la trata de personas, constituyen hoy los problemas más acuciantes.

El proceso actual de ajuste a los gastos del Estado es otra situación que nos interpela, con recortes de presupuesto en educación, ciencia, investigación, ayuda social, salud, entre otras áreas que son esenciales y necesitan que se financien correctamente para permitirnos tener un futuro promisorio como nación. También, el número de despido de empleados estatales o de empresas, sobre todo de la pequeña y mediana, que no pueden afrontar el aumento de gastos, realidades que suman más angustia e incertidumbre a nuestro pueblo.

Creemos que el principio rector de las políticas del Estado debe centrarse en la persona humana y su dignidad y no en el Mercado, a fin de favorecer el Bien Común y el desarrollo en libertad de cada ciudadano y del pueblo argentino. Es importante promover los cambios necesarios a través del consenso, evitando la imposición y el autoritarismo, lo cual sólo es posible si hay diálogo, respeto recíproco y prima la fraternidad, como nos propone el Papa Francisco: “Si se pone a la persona en el centro, podemos dialogar, trabajar juntos por el bien común, superando las divisiones, derribando los muros de la enemistad, superando la lógica del interés y del poder que ciega y convierte al otro en enemigo”.[1]

Necesitamos desplegar la creatividad, la honestidad, la sensibilidad social, la solidaridad, la justicia social y el espíritu de servicio para hacer activa nuestra esperanza ante los enormes desafíos de la actualidad, como señalaba el beato argentino Eduardo Pironio:Una esperanza que es camino, que es compromiso, que es coraje. Una esperanza que no es pasividad. Algo tengo que hacer”. – “¡Qué importante en la vida ser signo! Pero no un signo vacío o de muerte sino un signo de luz comunicador de esperanza”.

Como miembros de la Acción Católica Argentina ofrecemos nuestro compromiso en la búsqueda del bien común y en la defensa del trabajo digno para cada uno y confiamos a cada trabajador, trabajadora, a quienes buscan oportunidades laborales y a sus familias a San José Obrero, pidiendo su intercesión en estos tiempos difíciles de nuestro país. Nuestra Madre de Luján, nos acompañe.

Comisión Nacional del Área Sectores

Acción Católica Argentina


[1] 6 de abril 2024.  Francisco a la Cruz Roja Italiana. Vatican News.