En nuestras comunidades hay lugar para la infancia, los adolescentes, jóvenes, adultos, ancianos, para las opciones de especialización en familias, trabajo, estudiantes, rurales, educadores, etc. que quieran realizar un camino de conversión pastoral integral asumiendo la cultura del encuentro y del cuidado, en la cotidianidad de la propia vida personal y comunitaria.
Nos articulamos a nivel parroquial, diocesano y nacional para vivir con profundo sentido eclesial nuestra asociatividad al servicio de la animación misionera paradigmática y programática en comunión con nuestros pastores.
Nos encontramos en un Foro internacional (FIAC) para compartir las experiencias significativas, promover nuestras notas constitutivas encarnadas en la particularidad de cada país y sus Iglesias locales.
Nos impulsa el anhelo de santidad que edifica a la Iglesia y que, tantos y tantas siervos y siervas de Dios, beatos y beatas, santas y santos, mártires, desde los altares o de la puerta del al lado, han vivido desde nuestros grupos, testimoniando la profundidad de la vocación y misión cristiana.