Lozano y la trata de personas

Lozano y la trata de personas

La trata de personas no es un problema acotado a una región sino que afecta a todo el país.

Así lo subrayó a Clarín el Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de Argentina, monseñor Jorge Lozano. El prelado, además, aseguró que la corrupción, el machismo y una visión de la sexualidad fundada en el hedonismo, alimentan el “mercado criminal”.

«Ya no podemos hablar de regiones. La trata de personas es un grave problema que afecta a todo nuestro país». Así lo subrayó a Clarín el Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de Argentina, monseñor Jorge Lozano. Lo vivido en torno al caso Marita Verón «nos acerca al drama que experimentan las familias que tienen algún ser querido secuestrado por estas redes», apuntó.

Corrupción, machismo y una visión de la sexualidad fundada en el hedonismo alimentan el «mercado criminal» de la trata, dijo el obispo. «Si bien en algún momento se hizo más visible en la zona del Litoral por el corredor Misiones-Buenos Aires, y tiene además estas expresiones
concretas en Tucumán y La Rioja o experiencias muy duras en la Patagonia, la trata de personas no es un problema acotado a una región sino extendido en todo el territorio nacional.

Y así debemos verlo y enfrentarlo», sostuvo. Este grave delito es un negocio que mueve más dinero que el tráfico de armas. «Es el segundo
negocio más rentable en el mundo después de la droga. Eso nos da una idea de su magnitud», dijo el prelado. Ante ello, «la corrupción y la complicidad se asocian» y sustentan una impunidad que impide detener estos crímenes. En diálogo con Clarín, Lozano insistió en que «el cuidado y la valoración de la vida humana» son cuestiones que nos atañen a todos.

Mujeres, varones, niños, adolescentes, jóvenes pueden ser víctimas de la trata. Para el obispo, la lucha contra este comercio exigirá el cumplimiento de la justicia y de las leyes; respaldar los esfuerzos que las autoridades hagan «con rectitud moral y la dedicación que les corresponde para dotar a cada país de los instrumentos jurídicos debidos para detener este mercado de personas, de vidas humanas». Recordó que nuestro país suscribe al Protocolo de Palermo del año 2000, acuerdo-bisagra en la lucha mundial para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños. Se debe capturar y castigar a quienes se benefician con este comercio, dijo, y trabajar en la rehabilitación de las víctimas.

Paralelamente, es necesario vencer el miedo que conduce al silencio, y generar acciones para superar la desinformación y la indiferencia. Un obstáculo grave es la «falta de acompañamiento programático a las víctimas desde el sistema educativo, el cual debe proponer sólidos valores
que contribuyan al desarrollo auténtico de la persona», delineó. Con esos valores se podrá enfrentar a «la corrupción y el machismo, que alimentan el mercado de la trata». Instó a trabajar desde cada sector social en «el valor de la persona, la dignidad de la mujer y de la familia».

Lozano recordó que los y las atrapados por la trata (especialmente, sexual) constituyen el grupo social con mayor número de víctimas en el mundo. Por ello, alentó a que legisladores y funcionarios asuman con valentía «este compromiso que tienen de legislar y gobernar cuidando la vida».

Fuente: CLARIN | 15 diciembre 2012
http://www.clarin.com/sociedad/personas-problema-acotado-region-afecta_0_829117362.html



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