Padre bueno, aquí estamos tus hijos e hijas, de la Acción Católica Argentina, de todo el país, para celebrar en este Año Santo, nuestra 31ª Asamblea Federal como peregrinos de esperanza, alegres en la misión.
Queremos vivirla caminando juntos, en una Iglesia, pueblo de Dios, misionera y sinodal, compartiendo con todos la Buena Noticia que Jesús, Tu Hijo y nuestro hermano, nos ha traído, para vivir fraternalmente, sin olvidar a nadie, celebrando la fe, viviendo desde un corazón renovado que perdona y pide perdón, una caridad bondadosa y ardiente al servicio de los hermanos.
Por el Bautismo nos sentimos llenos del Espíritu Santo, hijos amados enviados a llegar a todos, en especial a aquellos que viven situaciones difíciles y necesitan ser abrazados con la fuerza y la ternura que nace de un amor como el de Jesús, deseando solo el bien de todos, comprometidos con la esperanza que sostiene la vida, para crear condiciones de un mundo nuevo donde reine la paz y la justicia.
A María, Madre de la Esperanza, le confiamos los frutos de este encuentro fraterno y ponemos bajo su manto al Papa Francisco, a los Aspirantes, Jóvenes, a los Adultos, miembros de Sectores, a los Asesores, y a todo el pueblo de Dios que peregrina en nuestra patria.
Que los Santos, Beatos y Testigos fieles de la Acción Católica intercedan por nosotros.
Amén.
¡Alabado sea Jesucristo!
¡Por siempre sea alabado!