Nos formamos para transformar la realidad generando estructuras de bien y servicio a la comunidad.
A lo largo de nuestro itinerario de formación y misión , en grupos de pares, nos vamos formando en los valores del humanismo cristiano, en el compromiso del cuidado de nuestra casa común y de la vida de “punta a punta”, en la participación y el diálogo respetuoso para vivir la cultura del encuentro, la fraternidad y la Amistad social.
Nos inspira el encuentro con Jesús y el anuncio de la buena noticia, que es mensaje de humanización por que invita a comprometernos con el bien y con la justicia, trabajando desde el lugar de cada uno para transformar la realidad en un mundo mejor.
Somos misión y esto queremos ofrecer a la Iglesia para servir donde se nos necesite y a la vez, sin dicotomías, irradiar en nuestro compromiso temporal de cada día la belleza del Evangelio de Jesús en nuestros ámbitos de desarrollo personal pero también en las obras comunitarias que asumimos como servicio.
Nuestro liderazgo, se define allí, en servir y animar a otros a descubrir que la vida se acrecienta cuando se da y se comparte.