Ciclo para Adultos | Vivir la Pascua
1. Figuras de la Pasión
Cada año el calendario anuncia una semana especial. La liturgia la llama Semana Mayor y el pueblo Semana Santa. ¿Por qué Mayor y por qué Santa? Porque el protagonista de los sucesos es Dios con nombre y apellido, porque el motivo de los acontecimientos es el amor sin medida y la iniquidad sin justificación; porque hacia esa semana se orientó toda la historia precedente y de ella vive la historia posterior. Es la semana que fundamenta todas las posibilidades de retorno, de grandeza y de esperanza. Desde entonces todo hombre tiene posibilidades concretas de plenitud y recuperación: el criminal y el honesto; el mediocre y el héroe; el vulnerable y el intacto.
Para participar en los hechos y tomar posición hay que acercarse con Fe a la Semana y desde la Fe leer los sucesos e intentar su interpretación. Fueron muchos los que intervinieron en aquellos acontecimientos históricos, pero fueron muy pocos los que llegaron a una interpretación exacta. Todo dependió de la Fe que tenían o de su carencia.
2. Todo hombre tiene vocación de resucitado
La prueba de la sangre no se discute: se impone. La Cruz es la prueba del amor ofrecido y del amor rechazado. Es también prueba y contraprueba: de la inmensidad del amor de Dios que lo lleva a morir y de la inmensidad del pecado que planifica la muerte de Dios. Toda la historia de la salvación se mueve en torno a la dialéctica del amor que Dios entrega y que el hombre rechaza.
La Cruz y la Resurrección están en la cresta de esa larga historia. La Cruz pregona, acumula y proyecta todos los gestos de ese amor, siempre impetuoso, siempre constante, nunca cansado. La Resurrección ratifica y asegura la verdad de su frescura, de su eficacia y de su actualidad. En la Cruz y la Resurrección el amor y la muerte están conectados de tal modo que no puede comprenderse uno sin el otro.
Monseñor Zazpe
Compartimos:
Mons.-Zazpe.-Todo-hombre-tiene-vocacion-de-resucitado.(Mons. Zazpe. Mensaje Pascual, 1974)
Para reflexionar:
- Toda vida humana –aun la más miserable o empobrecida- está proyectada en el diseño de Cristo resucitado y cuando la vida es bautizada está equipada con el diseño mismo.
- La vida de Cristo resucitado está destinada al hombre; no para que comience después de la muerte, sino desde su bautismo. Su objetivo es divinizar la persona y fraternizar las relaciones. Creer en la Pascua es creer en todas las dimensiones del misterio. Desear felices pascuas es aceptar todas las exigencias de una vida nueva; de un hombre nuevo y de una sociedad nueva.
Monseñor Zazpe