+54 11 4331 6323 secretaria@accioncatolica.org.ar

Ciclo para Adultos | En oración nos preparamos al Jubileo 2025

3. El misterio de la creación

“Queridos hermanos y hermanas,

Continuamos nuestra catequesis sobre la oración, meditando sobre el misterio de la Creación. La vida, el simple hecho de existir, abre el corazón del ser humano a la oración.

La belleza y el misterio de la Creación generan en el corazón del hombre el primer movimiento que suscita la oración (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2566). Así dice el Salmo octavo que hemos escuchado al principio: «Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas que fijaste tú, ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán, para que de él te cuides?» (vv. 4-5). El hombre orante contempla el misterio de la existencia a su alrededor, ve el cielo estrellado que lo cubre (…) y se pregunta qué diseño de amor debe haber detrás de una obra tan poderosa… Y, en esta inmensidad ilimitada ¿qué es el hombre? “Qué poco”, dice otro salmo (cf. 89,48): un ser que nace, un ser que muere, una criatura fragilísima. Y, sin embargo, en todo el universo, el ser humano es la única criatura consciente de tal profusión de belleza. Un ser pequeño que nace, muere, hoy está y mañana ya no, es el único consciente de esta belleza. ¡Nosotros somos conscientes de esta belleza!”

Papa Francisco

Ciclo_Oracion_2024_abril_3

Para reflexionar:

  • “Esta es una experiencia que muchos de nosotros ha tenido. Si la trama de la vida, con todas sus amarguras, corre a veces el riesgo de ahogar en nosotros el don de la oración, basta con contemplar un cielo estrellado, una puesta de sol, una flor…, para reavivar la chispa de la acción de gracias. Esta experiencia es quizás la base de la primera página de la Biblia.
  • Los hombres y las mujeres que rezan saben que la esperanza es más fuerte que el desánimo. Creen que el amor es más fuerte que la muerte, y que sin duda un día triunfará, aunque en tiempos y formas que nosotros no conocemos. Los hombres y mujeres de oración llevan en sus rostros destellos de luz: porque incluso en los días más oscuros el sol no deja de iluminarlos. La oración te ilumina: te ilumina el alma, te ilumina el corazón y te ilumina el rostro. Incluso en los tiempos más oscuros, incluso en los tiempos de dolor más grande.
  • Todos somos portadores de alegría. ¿Lo habíais pensado? ¿Qué eres un portador de alegría? ¿O prefieres llevar malas noticias, cosas que entristecen? Todos somos capaces de portar alegría. Esta vida es el regalo que Dios nos ha dado: y es demasiado corta para consumirla en la tristeza, en la amargura. Alabemos a Dios, contentos simplemente de existir.
  • Que Jesús resucitado, con la fuerza de su Espíritu Santo, nos haga portadores de alegría, afiance en nosotros la esperanza y también la certeza de que el amor es más fuerte que la muerte y que triunfa siempre.”

Papa Francisco

2. La oración del cristiano

“Queridos hermanos y hermanas,

Hoy damos el segundo paso en el camino de la catequesis sobre la oración que comenzó la semana pasada.

La oración pertenece a todos: a la gente de cualquier religión, y probablemente también a aquellos que no profesan ninguna. La oración nace en el secreto de nosotros mismos, en ese lugar interior que los autores espirituales suelen llamar “corazón” (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2562-2563). Lo que reza, entonces, en nosotros no es algo periférico, no es una facultad secundaria y marginal nuestra, sino que es el misterio más íntimo de nosotros mismos. Este misterio es el que reza. Las emociones rezan, pero no se puede decir que la oración es sólo emoción. La inteligencia reza, pero rezar no es sólo un acto intelectual. El cuerpo reza, pero se puede hablar con Dios incluso en la más grave discapacidad. Por lo tanto, es todo el hombre el que reza, si su “corazón” reza.”

Papa Francisco

Ciclo_Oracion_2024_abril_2

Para reflexionar:

  • “Jesús anticipa en el Cenáculo el misterio de la Cruz. Dios es un aliado fiel: si los hombres dejan de amar, Él sigue amando, aunque el amor lo lleve al Calvario. Dios está siempre cerca de la puerta de nuestro corazón y espera que le abramos. Y a veces llama al corazón pero no es invadente: espera.

Tratemos todos de rezar de esta manera, entrando en el misterio de la Alianza. A meternos en la oración entre los brazos misericordiosos de Dios, a sentirnos envueltos por ese misterio de felicidad que es la vida trinitaria, a sentirnos como invitados que no se merecían tanto honor. Y a repetirle a Dios, en el asombro de la oración: ¿Es posible que Tú sólo conozcas el amor? El no conoce el odio. El es odiado, pero no conoce el odio. Conoce solo amor. Este es el Dios al que rezamos. Este es el núcleo incandescente de toda oración cristiana. El Dios de amor, nuestro Padre que nos espera y nos acompaña.

  • Los animo a entablar esa relación filial, de amistad y confianza con el Señor, pidiéndole lo que necesitan para su vida y, de manera particular, por aquellos que están a nuestro lado y sabemos que están necesitados, para que Dios, como Padre bueno, haga brillar su rostro sobre ellos y les conceda la paz.”

Papa Francisco

1. El misterio de la oración

“Queridos hermanos y hermanas,

Hoy comenzamos un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema de la oración. La oración es el aliento de la fe, es su expresión más adecuada. Como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios.

Pensemos en la historia de Bartimeo, un personaje del Evangelio (cf. Mc 10,46-52 y par.) y, os lo confieso, para mí el más simpático de todos. Era ciego y se sentaba a mendigar al borde del camino en las afueras de su ciudad, Jericó. No es un personaje anónimo, tiene un rostro, un nombre: Bartimeo, es decir, “hijo de Timeo”. Un día oye que Jesús pasaría por allí. Efectivamente, Jericó era un cruce de caminos de personas, continuamente atravesada por peregrinos y mercaderes. Entonces Bartimeo se pone a la espera: hará todo lo posible para encontrar a Jesús.”

Papa Francisco

Ciclo_Oracion_2024_abril_1-1

Para reflexionar:

  • “Queridos hermanos y hermanas, empezamos esta serie de catequesis con el grito de Bartimeo, porque quizás en una figura como la suya ya está escrito todo. Bartimeo es un hombre perseverante. Alrededor de él había gente que explicaba que implorar era inútil, que era un vocear sin respuesta, que era ruido que molestaba y basta, que por favor dejase de gritar: pero él no se quedó callado. Y al final consiguió lo que quería.

    Más fuerte que cualquier argumento en contra, en el corazón de un hombre hay una voz que invoca. Todos tenemos esta voz dentro. Una voz que brota espontáneamente, sin que nadie la mande, una voz que se interroga sobre el sentido de nuestro camino aquí abajo, especialmente cuando nos encontramos en la oscuridad: “¡Jesús, ten compasión de mí! ¡Jesús, ten compasión mi!”. Hermosa oración, ésta.
  • Pidamos a Jesús, el buen Pastor, que nos conceda ser hombres y mujeres de oración, que con confianza y perseverancia presentemos al Padre compasivo nuestras necesidades y las de todos nuestros hermanos.”

Francisco

Presentación

 “¡Queridos hermanos y hermanas!

Los próximos meses nos conducirán a la apertura de la Puerta Santa, con la que comenzaremos el Jubileo. Les pido que intensifiquen la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios. Por eso comenzamos hoy el Año de la oración, un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo.”

Francisco, Ángelus 21 de Enero de 2024

Con estas palabras, el Papa Francisco abrió oficialmente este Año que estará dedicado de manera particular a la oración en preparación al Jubileo del 2025.

“No se trata de un Año con iniciativas particulares; más bien, de un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda. No podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad. Cuanto más fuerte se vuelve el grito de la tecnología que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona al encuentro de sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios.” (1)

En este espíritu, les proponemos un camino de preparación compartiendo “las 38 catequesis del Papa Francisco expuestas del 6 de mayo de 2020 al 16 de junio de 2021. Son catequesis que toman en consideración diversos momentos de la oración y pueden ser releídas de ellas sugerencias útiles y preciosas.” (2)

  • S.E. Mons. Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo. Conferencia de Prensa de presentación del Año de Oración en preparación al Jubileo 2025 (23/01/2024)
  • Ibíd. 1
01.02-Subsidio-Oracion-Dicasterio-Roma-2024