Una nueva etapa en Mendoza

Una nueva etapa en Mendoza

De su San Luis natal, Wenceslao debió marchar a Mendoza para realizar el Servicio Militar, que era la instrucción militar obligatoria que debían cumplir los varones de veintiún años de edad en nuestra Patria, la que dejó de existir en 1994.

Al concluir la conscripción, Wenceslao regresó a su provincia, pero le diría a sus padres que iba a radicarse en Mendoza para trabajar en los viñedos.
Bodegas Gargatini será el lugar donde comenzó a trabajar. El fundador de esta empresa fue Bautista Gerónimo Gargantini, que se inició con una pequeña bodega en Guaymallén. Con el correr de los años, pudo adquirir 48 hectáreas en la localidad de Maipú, y en 1906, ya consolidada la sociedad Gargantini-Giol compran otras 1.922 hectáreas en Rivadavia y otras 3.098, en 1910, con la bodega La Florida, ya construida.

Sus hijos y nietos seguirán con su obra, construyendo en Rivadavia la Escuela Provincial N° 16 y corrió con los gastos del personal y los insumos de maestranza y del comedor escolar, la capilla del lugar y también una maternidad, la sala de primeros auxilios con capacidad para alojar a 30 personas un comedor para los obreros de la firma que atendía a cerca de 3.000 personas por día. Además, donó terrenos para levantar barrios para sus empleados. En estos barrios, viviría años después, Wenceslao y su naciente familia.



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