9 de agosto | El Papa y la Acción Católica

Queridos Adultos:

Continuando con la celebración de los 90 años de nuestra querida Acción Católica Argentina, compartimos las orientaciones que los distintos Papas nos han regalado a través de documentos, cartas y mensajes, a lo largo de este tiempo.

Les proponemos entonces caminar, rumiar, testimoniar, rezar, celebrar y conocer también los distintos apostolados que se han hecho y se hacen en la Institución.

Este lunes, compartimos otro fragmento del discurso del Papa Francisco a los participantes del II Congreso del Foro Internacional de la Acción Católica (FIAC), el jueves 27 de abril de 2017.

Para leer y rumiar….

Pasión por Cristo, pasión por nuestro pueblo

Se han planteado una Acción Católica en salida, y eso es muy bueno porque los ubica en su propio eje. La salida significa apertura, generosidad, encuentro con la realidad más allá de las cuatro paredes de la institución y de las parroquias. Esto significa renunciar a controlar demasiado las cosas y a programar los resultados.Esa libertad, que es fruto del Espíritu Santo, es la que los va a hacer crecer.
El proyecto evangelizador de la Acción Católica tiene que pasar por estos pasos: primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar.Un paso adelante en la salida, encarnados y haciendo camino juntos. Esto, ya es un fruto que se celebra. Contagien la alegríade la fe, que se note la alegría de evangelizar en todas las ocasiones, a tiempo y a destiempo.
…Animen a sus miembros a disfrutar de la misión cuerpo a cuerpo casual o a partir de la acción misionera de la comunidad.
…Pero no se olviden de plantear el tema vocacional con seriedad. Escuela de santidad que pasa necesariamente por descubrir la propia vocación, que no es ser un dirigente o capillero diplomado sino, por sobre todas las cosas: un evangelizador.
Papa Francisco, a los participantes del II Congreso del Foro Internacional de la Acción Católica (FIAC), 27 de abril de 2017.

Para reflexionar

1.Teniendo en cuenta que la Acción Católica existe para evangelizar. ¿cómo vivimos en lo personal y en lo grupal esa vocación?

2.¿Cómo ponemos en práctica los pasos del proyecto evangelizador de la Acción Católica? ¿Alentamos a otros a realizar una misión concreta en estos tiempos difíciles?

3.¿En qué actos concretos contagiamos la “alegría de la fe”, en cada acto cotidiano?

4.¿Qué podemos poner en práctica para que nuestra vida de oración fortalezca nuestra misión, que nos permita dar una mano para disminuir el sufrimiento de los demás?

Compartiendo el caminar

Este lunes compartiremos el testimonio de Carlos Montanelli, de la diócesis de Merlo-Moreno, que nos cuenta cómo nació el Tren Solidario.

«Hola. Soy Carlos Montanelli del equipo diocesano de Merlo-Moreno y el año pasado cuando se decretó el aislamiento obligatorio debido al Covid-19 y se cerró el país, hubo que buscar nuevas formas de llegar a la gente que más necesita, de esa manera nació el Tren Solidario, nombre que se le dio al canal de ayuda social que implementamos.

Este Tren Solidario tuvo que resolver dos problemas, primero que la ayuda llegue en forma concreta a la gente y segundo la recolección de esas donaciones. Como la gente no podía salir de sus casas, dos o tres personas del equipo diocesano, que eran trabajadores esenciales y con movilidad, pasaban a retirar casa por casa lo que cada persona juntaba y luego las acercaba a la Parroquia elegida. Los pedidos los hacíamos a través de nuestro Facebook, WhatsApp u otro canal de comunicación. De esa manera pudimos resolver los dos problemas.

Cada mes, se elegía una Parroquia diferente para hacer llegar la ayuda tan necesaria en estos tiempos, donde nos decían qué alimento no perecedero o cosa necesitaban con más urgencia. Dependiendo de la necesidad de cada lugar juntamos arroz, fideos, azúcar, chocolate en polvo, puré de tomates, etc, y hasta confeccionamos una gran cantidad de tapabocas. Lo bueno de esto es que se sumaron muchas personas solidarias que no pertenecían a la Institución.

En la actualidad, estamos ayudando a los Hogares de Cristo, que se encuentran en expansión en nuestra Diócesis, con viandas de primera necesidad.

Y este tren no se detiene, sigue recorriendo estaciones y buscando nuevas formas de llegar al más necesitado. Y es algo que vino para quedarse, seguramente cuando vuelva la normalidad seguirá funcionando de una manera más ágil y precisa.

Son tiempos de buscar nuevas formas de acercarse al prójimo, de escucha y de acción de estar preparados a los nuevos requerimientos que se vienen.»