Mensaje de la Presidenta de ACA a la 31ª Asamblea Federal 2025

Mensaje de la Presidenta de ACA a la 31ª Asamblea Federal 2025

Queridos amigos y amigas,

Una asamblea es siempre un momento significativo que nos permite experimentar la fuerza de la comunidad y la gracia de la comunión que late en el Pueblo de Dios.

Encontrarse con tantos otros y de tantas partes del país nos abre el alma a perspectivas nuevas que nos hacen salir de esa autorreferencialidad tan peligrosa de la que nos hablaba Francisco.

También es una invitación a desintarlarse de aquellos que nos encierra y no nos dejar salir hacia los demás para llevarles la buena noticia que hemos recibido.

Hemos experimentado la alegría de encontrarnos, de celebrar y caminar juntos. Una asamblea no es un evento en el calendario, esto es un acontecimiento de fe y de misión.

¡Somos misión! Sí, en un mundo desorientado, con muchas vidas rotas que nos interpelan, con tantos hermanos y hermanas que la pasan mal y quedan afuera del acceso a los bienes que el Creador hizo para todos, entre tantas agresiones y desencuentros, nosotros, laicos y laicas de la Acción Católica ¡somos misión! Con nuestra propia vida queremos decir y obrar el amor que hemos recibido.

No es tiempo para estar distraídos, ni para el desánimo. Es tiempo de la esperanza activa que nace del encuentro con Jesús, que se ha hecho pan para todos.

Ante tanta palabra hiriente o cruel, nosotros queremos anunciar la Palabra, que como buena noticia nos impulsa cada vez más a una renovada misión en medio de la vida de todos los días, donde tu compromiso, sí! el tuyo, el de ella, el de él, el mío, puede ayudar a transformar el mundo.

Derribemos los muros que separan y tejamos puentes, generemos encuentros, dialoguemos, abracemos a quien sufre, generemos estructuras de bien. ¡Podemos! ¡No estás solo! Mirá cuántos hay aquí y allá en nuestras comunidades! Cuánta gente buena queriendo tiempos buenos! ¡Podemos! Creelo, Creámoslo y hagamos posible esa red que en cada gesto de todos los días viva y realice los valores del Evangelio de Jesús que no son otros que la justicia, la paz, la misericordia, la verdad, el bien , que el mundo necesita.

Para eso, vayamos juntos! Afiancemos la unidad, seamos una Acción Católica en la que el todo es superior a la parte. Abramos los ojos y el corazón para leer los signos de los tiempos y dar respuestas a las necesidades de la realidad. Que la comunidad, el grupo, sean lugar para compartir la vida y nutrirla, a ser amigos en Jesús, pero nunca un refugio que nos aleje de los demás y nos encierre. La vida se acrecienta cuando se comparte y se entrega por los demás!

Hay que formarse, sí, pero no para ser una enciclopedia de citas sino para encontrarse cada día un poquito más con Jesús, que, repito, nos cambia la vida! Dejemos configurarnos en Jesús! Y, desde allí, salgamos cada día a vivir con intensidad y compartirlo en cada gesto.

¡Seamos agradecidos! Somos herederos de una historia que aquí, hace 50 años, renacía después de que todo parecía terminar. Y en aquellas cenizas había un fuego encendido que nos trajo hasta nuestro hoy. Renovamos entonces las brazas y que el calorcito se extienda para dar abrigo a tantas necesidades y sueños.