Jesús Buen Pastor

Jesús Buen Pastor

Queridos hermanos: Saludos. Se me ha pedido una meditación sobre Jesús Buen Pastor. Todos conocemos este tema y lo hemos meditado muchas veces (Jn. 10).

A lo largo de la historia ninguna imagen de Cristo ha sido más entrañable a los cristianos que la de Jesús Buen Pastor.

Palestina es una tierra donde abundan los rebaños de ovejas y cabras. Desde antiguo, en el pueblo de Israel, Dios es presentado bajo la imagen del pastor.

Ya en el Antiguo Testamento se habla de Dios como Pastor de Israel, el pueblo elegido para realizar el proyecto de salvación.

El salmo 22 dice: «El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar. EI me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas».

Y Ezequiel anuncia al Mesías como Pastor: «Suscitaré a un pastor que los apacentará» (Ez. 34,23).

Este Pastor es Jesús. Por eso Jesús se presentará diciendo: soy el Buen Pastor». «Yo

El pastor por excelencia es Cristo. La carta a los hebreos dice: «Jesús es el Pastor de las ovejas” (Heb. 13, 20). Y en la primera carta de Pedro leemos: “Jesús es el Pastor y Obispo de nuestras almas” (1 Ped. 2, 24).

Somos discípulos de Jesús. Ser discípulo de Jesús es aprender el estilo de vida, de amar, y servir como Jesús. Es conformar nuestra vida con la de Jesús. No es suficiente que se mensaje me parezca excelente y digno de ser anunciado.

Jesús nos dice: «Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía» (Jn. 13, 15- 16).

¿Qué significa ser «Buen Pastor»?

Jesús lo explica con claridad.

1.EI Pastor va adelante del rebaño

Jesús hace camino, da testimonio, señala con el ejemplo, Jesús conduce, guía, orienta. fiel Los pastores deben dar a la comunidad ejemplo de cumplimiento de su deber. Deben ir por delante del Rebaño, como Cristo que nos dejó ejemplo para que sigamos sus huellas (cfr. 1 Ped. 2, 21)

2.El Pastor apaciente su rebaño

También Pedro recibió este encargo: «Apacienta mis ovejas» (Jn. 21, 16). El pastor debe proporcionar a su rebaño el alimento espiritual como Jesús que se compadecía de la multitud y la alimentaba. Pero con especial solicitud se cuidará de los pequeños y de los débiles y buscará a los extraviados. Más aún, a ejemplo de Cristo ha de estar dispuesto a dar su vida por sus ovejas. Los pastores deben apacentar el rebaño, no como una carga, sino de buen grado, con gozo. Leemos en la primera carta de Pedro: «Apacienten el rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación, no pretendiendo dominar a los que les ha sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño» (1 Ped. 5, 2-3). Jesús ha venido a traernos la vida a los hombres: «para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Él nos alimenta con el Pan de la Palabra y con la gracia de los sacramentos, especialmente con el alimento de su Cuerpo y de su Sangre.

  1. El pastor conoce a sus ovejas y las ovejas lo conocen a él

¡Qué hermoso saber que Jesús nos conoce uno por uno y que somos anónimos para El! no Jesús nos conoce por nuestro nombre. Para Jesús no somos «masa” ni «multitud». Somos personas individuales con un valor eterno. Él nos conoce, nos ama y se entregó por cada uno de nosotros. Jesús es el Pastor de todos los hombres, pero conoce a sus ovejas una por una, y las llama una a una por su nombre y cura a las heridas, trae a las dispersas y va en busca de las que se han descarriado.

  1. Jesús Buen Pastor defiende a sus ovejas

El pastor defiende a sus ovejas, no es como el mercenario que cuando llega el lobo, huye porque no le importan sus ovejas. Sabemos que, en el mundo, por desgracia, hay mercenarios que siembran el odio, la maldad, la duda, la confusión. En cambio, Jesús forma nuestra mente con la verdad, fortalece nuestra voluntad, purifica nuestros sentimientos.

  1. EI Buen Pastor es el servidor de la comunión

El Buen Pastor es el hombre de la comunión: congrega, reagrupa lo disperso, celebra la comunión. El Buen Pastor preside y hace caminar juntos. La comunión eclesial, don de Dios, y tarea de todos los bautizados, es tarea especial del Buen Pastor. Esta comunión eclesial es la que Jesús manda a sus discípulos en la Última Cena. Debemos escuchar nuevamente las palabras de Jesús: «Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como Yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros». La Iglesia como comunión responde a la idea de Jesús que 2 quiere que sus discípulos formen una familia: la familia de los hijos de Dios.

  1. Jesús es un Pastor misericordioso

Jesús dice: «Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores» (Mt. 9, 13); La compasión es parte del estilo pastoral de Jesús. misericordia ocupa un lugar privilegiado en su ministerio apostólico. La Jesús es misericordioso y bondadoso con el pecador. Por eso el discípulo de Cristo está llamado a imitar a Jesús, a ser misericordioso. Pero tener misericordia también es socorrer al que está en necesidad. la Así lo hizo Jesús con los enfermos y los hambrientos: «Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y compadeciéndose de ella, curó a los enfermos» (Mt. 14, 14); “Siento compasión (misericordia) de la gente que está conmigo y no tienen que comer…No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino» (Mt. 15, 32) ¿Cuál es el mensaje para nuestra vida? La respuesta es que debemos ser pastores misericordiosos. Ser misericordiosos es ser un reflejo de Jesús que es misericordioso. El Papa Francisco dijo: “Dios tiene un corazón misericordioso con todos nosotros. Aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos. Hagámonos instrumentos de la misericordia». En Evangelii Gaudium el Papa Francisco escribe: «La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (n. 114).

  1. Jesús es un Pastor misionero

Jesús era un misionero y su objetivo era claro: convertir a todo Israel a Dios, hacerlo resplandecer como «ciudad sobre el monte» para que atrajese a los demás pueblos, a los gentiles. Esto explica sus desplazamientos de una parte a la otra. Recordemos el comienzo del Evangelio de Marcos: Jesús, muy temprano se retira para orar; los discípulos lo buscan y le dicen: «Todos te buscan». Y el Señor responde: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique, pues para eso he salido” (Мc. 1, 37-38). Jesús no se queda en un lugar esperando que llegue la gente, sino que sale a buscarla, recorre las ciudades, va de un lugar a otro. Jesús se dirige a todos los medios sociales y religiosos: a los publicanos y a los escribas; pecadores y devotos. Si alguno queda excluido es por su rechazo a su invitación a seguirlo. Los pobres, los pecadores, los débiles, los enfermos, tienen un puesto preferencial en el ministerio de Jesús. Después de su Resurrección les dice a sus apóstoles: «Serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra» (Hech. 1,8). Yo debo preguntarme si siento esa inquietud misionera. Esta eclesiología misionera explica la pastoral de Jesús. Y esta pastoral sigue presente en la Iglesia.

Después de su Resurrección les dice a sus apóstoles: “Serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra” (Hech. 1,8).

Yo debo preguntarme si siento esa inquietud misionera.

Esta eclesiología misionera explica la pastoral de Jesús.

Y esta pastoral sigue presente en la Iglesia.

Reunión con los asesores de A.C.: Jesús Buen Pastor
Cardenal Luis Villalba
Arzobispo emérito de Tucumán.